Amenaza convertirse en el culebrón del año. Por lo menos. Es una trama que repite una espesa historia local: casi siempre hubo conflictos entre el presidente y su vice (Frondizi-Gómez, Alfonsín-Martínez, Menem-Duhalde, De la Rúa-Alvarez, Kirchner-Scioli, Cristina-no positivo).
Ahora, más rápido de lo imaginado, se renueva el litigio funcional con los Fernández, una sociedad inestable por sus propios protagonistas y adláteres que, en apenas dos meses, diluyeron el maquillaje del triunfo.