La nueva entrega de este clásico con Kristen Stewart, Naomi Scott y Ella Balinska fue un fracaso absoluto, tanto en crítica como en taquilla. Su presupuesto fue de 48 millones de dólares pero a eso hay que sumarle muchos millones más en gastos de publicidad y promoción. ¿Su recaudación? Apenas 59 millones en todo el mundo. Como comparación hay que recordar la primera entrega de la película del año 2000, protagonizada por Cameron Diaz, Drew Barrymore y Lucy Liu: esa recaudó 264 millones de dólares. Se estima que la versión de 2019 generó pérdidas por 40 millones.