Un nuevo proyecto digital propone repensar la forma en que se entiende la historia de la música popular. A través de un sitio interactivo, el equipo de The Pudding desarrolló una visualización que traza conexiones ocultas entre cientos de canciones a lo largo del tiempo. La iniciativa explora cómo ciertos fragmentos —un beat, una melodía o una frase— se transmiten de una obra a otra, generando verdaderos linajes musicales que cruzan décadas, estilos y culturas.
La plataforma funciona como un árbol genealógico sonoro. Cada canción está vinculada con sus “ancestros” y “descendientes” a través de cuatro mecanismos principales: los samples (uso de grabaciones anteriores), las interpolaciones (regrabaciones de partes de una canción), las versiones y los remixes. Estas relaciones muestran cómo una composición puede influir en otra incluso cuando pertenecen a géneros distintos o fueron creadas en contextos muy lejanos.
El sitio no se limita a mostrar coincidencias aisladas, sino que reconstruye trayectorias musicales completas. Algunas ramas parten de piezas clásicas del siglo XIX, atraviesan el soul y el funk del siglo XX, y llegan hasta el rap, el reguetón o el pop actual. En cada caso, se visualiza cómo ciertos elementos sonoros resurgen con nuevas formas, adaptados a otras épocas y públicos.
Además de los sonidos, la investigación explora cómo circulan las letras. Expresiones que parecían únicas se repiten —con mínimas variaciones— en canciones lanzadas con años de diferencia. Estas frases viajan entre artistas y géneros, y al hacerlo, adquieren nuevos sentidos. También se rastrean melodías y patrones rítmicos que, una vez instalados, se convierten en parte del repertorio colectivo de la música global.
El proyecto fue creado por un equipo interdisciplinario que combinó herramientas de visualización de datos, bases de datos de canciones, análisis de sonido y conocimiento musical. La web ofrece una experiencia inmersiva que permite navegar entre estos árboles familiares y descubrir conexiones inesperadas entre canciones conocidas.
La propuesta de The Pudding invita a escuchar la música de otra manera: no como una sucesión de obras aisladas, sino como una red viva de referencias, préstamos y transformaciones. En lugar de celebrar la originalidad como ruptura, el proyecto muestra cómo cada canción es también una conversación con el pasado.