Tras la multitudinaria “Marcha por la Seguridad” del pasado jueves, liderada por Juan Carlos Blumberg, han comenzado a vislumbrarse las primeras consecuencias políticas de relevancia: la consolidación de Blumberg en su rol opositor y la fragmentación de la oposición detrás de las figuras emergentes.
Si bien Blumberg mantenía una buena relación con el Gobierno, la marcha del jueves y las declaraciones que allí realizó no habrían sido bien recibidas por el presidente Kirchner y sus asesores, quienes ya consideran al padre del joven Axel, secuestrado y asesinado, como un rival político.
Por eso, la nueva estrategia del kirchnerismo sería la de “no otorgar entidad” al espacio político y social que Blumberg representaría, y que podría llevarlo a disputar la gobernación de la Provincia de Buenos Aires en 2007.
Según el diario La Nación, una fuente del Gobierno había justificado el enojo del Presidente: “Blumberg tenía dos caminos: trabajar con el Gobierno acercando sus propuestas desde el diálogo o confrontar, y eligió confrontar. El Gobierno siempre le abrió las puertas, pero él llevó la protesta a la Plaza de Mayo y le hizo reclamos a Kirchner”.
La nueva postura abiertamente opositora de Blumberg ha tentado a los partidos de derecha, como el PRO, que lidera Mauricio Macri. A pesar del apoyo técnico y estructural que el partido le habría brindado a Blumberg para la realización de la marcha, no se descarta que opte por postularse de manera individual.
Macri, quien intentó mostrarse prudente respecto a reconocer una posible candidatura de Blumberg, se adjudicó el éxito de la movilización: “El Gobierno nos asoció con la marcha. Así que si fue exitosa, estuvimos del lado de los que ganaron”.
Más información:
www.lanacion.com.ar/EdicionImpresa/politica/nota.asp?nota_id=837048
www.clarin.com/diario/2006/09/02/elpais/p-00601.htm
www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-72391-2006-09-02.html
