Luego del paso por la Justicia, y a pesar del optimismo expresado por el fiscal, los jugadores de Gimnasia no denunciaron las amenazas que habrían recibido por parte de los barrabravas de su propio club para instarlos a que perdieran ante Boca, por lo que la causa pierde consistencia.
«Estoy muy caliente. Tenía la expectativa de llegar a la verdad en un hecho muy grave y, tal vez, fue una expectativa exagerada. No puedo decir si les creí o no. Mi sensación es la que tiene cualquier fiscal: de frustración por no llegar a la verdad. Pensé que iba a escuchar otro tipo de declaraciones. Pero no puedo poner en sus bocas cosas que se guardaron. Por eso, nos imaginábamos que, al final, iba a pasar esto…», le dijo anoche el fiscal Marcelo Romero a Clarín.
El fiscal explicó que todos los jugadores de Gimnasia a los que se les había tomado declaración reconocieron que hubo una visita de los barrabravas antes de que se disputara el partido con Boca, pero ninguno de ellos confiirmó que hayan existido amenazas o “aprietes”.
Romero reconoció que, salvo la de Ariel Franco («Me sentí invadido en mi lugar de trabajo y muy molesto porque nunca había sufrido una situación semejante en toda mi carrera»), «el resto de las declaraciones fueron «fotocopias». Cometimos el error de entregarles una copia de sus dichos a los primeros. Y, evidentemente, los otros dijeron lo mismo», hizo autocrítica.
Más información:
www.clarin.com/diario/2006/11/16/deportes/d-05201.htm
www.lanacion.com.ar/EdicionImpresa/deportiva/nota.asp?nota_id=859188
www.pagina12.com.ar/diario/deportes/8-76226-2006-11-16.html
