Tras la aprobación del nuevo reglamento de la Asamblea Constituyente que le otorga la mayoría automática MAS de Evo Morales, la oposición ha decidido intensificar las medidas de protesta.
La semana pasada han iniciado una huelga de hambre, de la que participa el magnate Samuel Doria Medina, y han decidido dar un paso más, convocando a la rebelión civil, al no pago de impuestos y al rechazo de la nueva Constitución mediante un referéndum.
El núcleo de la oposición se concentra en el estado de Santa Cruz de la Sierra, la región más rica de Bolivia, donde se halla casi el 40% de la riqueza del país en las manos del 10% de la población.
Los opositores repudian, entre otras iniciativas, la inclusión del quechua y el aymará como lenguas oficiales junto al castellano, el reconocimiento de las naciones indígenas que habitan el territorio, la defensa de la producción de coca como consumo cultural y, especialmente, la reforma agraria.
En Santa Cruz, cientos de manifestantes universitarios agredieron la caravana presidencial a piedrazos y luego causaron que Morales debiera interrumpir su discurso en la Universidad Gabriel René Moreno por consejo de sus custodios, que no podían garantizar su seguridad.
Durante el acto, Morales afirmó: “No quieren cambios porque antes, cuando no eran afectados sus intereses de familia, jamás atentaban contra la democracia. Ahora, cuando se trata de acabar con el latifundio improductivo, fácilmente saltan y atentan contra la democracia”.
Más información:
www.clarin.com/diario/2006/11/25/elmundo/i-04603.htm
www.elmundo.es/elmundo/2006/11/25/internacional/1164429181.html
www.lanacion.com.ar/EdicionImpresa/exterior/nota.asp?nota_id=861976
