Ayer se inauguró en Madrid un monumento en homenaje de las 191 víctimas de los atentados del 11-M, ocurridos hace tres años en la estación de trenes Atocha. Luego de la ceremonia, grupos de manifestantes aprovecharon para protestar contra el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
El monumento es un cilindro de 11 metros de alto que está ubicado en las afueras de la estación, y dentro de él contiene miles de mensajes de condolencia que se hicieron durante los días posteriores al ataque.
Además de las víctimas mortales, durante el atentado se registraron unas 1.700 personas heridas, que de acuerdo a los investigadores, se atribuyen a una célula local de Al-Qaeda.
Las protestas contra Zapatero tienen que ver con las profundas discrepancias de la derecha con la política antiterrorista del gobierno socialista.
La oposición acusa al gobierno de Zapatero de claudicar ante el grupo separatista vasco ETA, luego de que concedieran los beneficios del régimen de prisión atenuada al dirigente etarra Iñaki de Juana Chaos, quien protagonizaba una huelga de hambre que lo había llevado al borde de la muerte.
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www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-81621-2007-03-12.html
news.bbc.co.uk/hi/spanish/international/newsid_6440000/6440533.stm
www.clarin.com/diario/2007/03/12/elmundo/i-02201.htm