La causa contra los chóferes del micro embestido por un tren en Dolores, hecho que causó ya 17 muertos, puede complicarse con el testimonio de un testigo.
Se trata de Daniel Sotelo, un joven de 16 años que se encontraba en su moto esperando que pasase el tren, con la barrera baja. El relato de los chóferes del micro de la empresa El Rápido Argentino dice que la barrera no estaba baja al momento de cruzar. «Las luces y la señal sonora funcionaban. Yo vi cómo el micro siguió derecho y pasó sin frenar. Y enseguida vino el tren», dijo el joven. “Yo no estaba sobre la ruta. Iba a cruzar con la moto por donde lo hacen los peatones y estaba agarrado de los hierros protectores. Pero se ve que con el impacto también desaparecieron», remarcó.
Sobre el momento del impacto, dice que las cosas fueron así: «El tren venía más rápido que de costumbre. Cuando le pegó al micro, se partió en dos. La trompa quedó sobre la ruta y el otro pedazo me pasó por encima. Yo estaba sobre la moto, pero no sé a dónde fue a parar. A mí no me movió: un fierro me pegó en el hombro y lo que recuerdo son los gritos y ver gente viva, asomando los brazos por entre los pedazos del micro y gritando. Y también muertos por todos lados». Su moto quedó aplastada y él quedó levemente herido. Ya declaró ante la fiscal María Fernanda Hachmann.
Quien conducía el micro al momento de la tragedia, Javier Rodríguez, declaró que no vio la barrera ni escuchó la chicharra del paso a nivel. También negó haberse quedado dormido. Igualmente, está arrestado y pesa sobre él la acusación de homicidio con dolo eventual, lo que le puede acarrear hasta 25 años de cárcel.
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www.clarin.com/diario/2008/03/11/sociedad/s-02901.htm
www.lanacion.com.ar/994600
www.clarin.com/diario/2008/03/11/sociedad/s-02801.htm
