Eliot Spitzer, el gobernador de Nueva York implicado en un caso de prostitución, podría ser destituido o ir a juicio.
El ex fiscal general, electo gobernador con fuertes promesas de una reforma ética en el estado, fue grabado concertando un encuentro con una prostituta en un hotel de Washington. El FBI lo registró en el marco de una investigación sobre una red de prostitución de alto nivel.
Detectado como el “cliente 9” de la red conocida como Emperors Club VIP, Spitzer ve derrumbarse su carrera política. Apoyó a Hillary Clinton en las primarias del estado y tenía aspiraciones para una futura candidatura a la Casa Blanca. Ahora, se ha vuelto insoportable la presión para que resigne su cargo. Si lo hace, asumirá el primer gobernador negro en la historia de Nueva York, David Paterson. Es que la oposición republicana en la Legislatura local amenazó con destituirlo en 48 horas si no renuncia.
Por el lado judicial, es muy difícil que se castigue a los clientes de prostitutas, si bien en su caso se podría invocar una ley que pena a aquellos que cruzan de un estado a otro.
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