Un jurado concluyó que la familia real británica no hizo una conspiración para matar a Lady Di, y cargó la responsabilidad en el chofer y los fotógrafos que perseguían la limusina donde murió la princesa.
El 31 de agosto de 1997, Lady Di salía de cenar con su novio, el magnate Dodi Al Fayed, en París, y su auto chocó en un túnel, tras ir a alta velocidad huyendo de los fotógrafos que buscaban captar imágenes de la pareja. La princesa y Al Fayed murieron en el accidente, si bien Mohamed, el padre de Dodi, habló de un complot para matarlos, y acusó a Felipe de Edimburgo, ex suegro de Lady Di.
Henry Paul, chofer del auto, que murió también en el siniestro, fue responsabilizado tras 23 horas de deliberación del jurado. Paul manejaba en estado de ebriedad, y el guardaespaldas Trevor Rees-Jones, único sobreviviente, acusó amnesia para no declarar. «El accidente lo causaron, o contribuyeron a él, la velocidad y comportamiento del chofer del Mercedes Benz y la velocidad y comportamiento de los vehículos que los seguían», dijo el presidente del jurado ante el tribunal.
El juicio duró 93 días y costó unos 20 millones de dólares. El fallo se da en consonancia con el de la justicia francesa, que exculpó a los paparazzi.
Más información
www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-102063-2008-04-08.html
www.lacapital.com.ar/contenidos/2008/04/08/noticia_0051.html
www.elmundo.es/elmundo/2008/04/07/internacional/1207582928.html
