La fuerza política que lidera el recientemente electo presidente de Paraguay, Fernando Lugo, anunció un acercamiento con el partido del general Lino Oviedo. El objetivo es asegurar la gobernabilidad una vez que asuma el nuevo Gobierno.
Fernando Lugo se impuso por un margen superior a los 10 puntos en las últimas elecciones celebradas en Paraguay, desbancando al partido Colorado tras 61 años en el poder. Sin embargo, los números no fueron suficientes como para que su partido (PLRA) alcanzase la mayoría en el Congreso.
El vicepresidente electo, Federico Franco, fue el encargado de anunciar la oferta hecha al partido de Oviedo: se le dará la presidencia del Parlamento con el objetivo de contrarrestar los embates de la oposición que, según ya anticiparon, serán “implacables”. «Quieren cogobernar con nosotros», dijo en seguida Oviedo.
El general Lino Oviedo obtuvo el tercer lugar en las elecciones del domingo pasado. Figura gravitante de los últimos años en la vida política de Paraguay, encabezó una intentona golpista, debió huir del país perseguido por la Justicia, estuvo como refugiado en Argentina – era amigo del entonces presidente Carlos Menem – y en Brasil, volvió a Asunción, purgó prisión acusado de golpista, y consiguió presentarse nuevamente a elecciones.
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