La secretaria de Estado estadounidense viajó hacia la región para supervisar la gestión de la ayuda humanitaria enviada por su país. Hoy visitará a heridos en un hospital y por la noche retornará a los EE.UU.
Georgia le reclamó el jueves a la Corte Internacional de Justicia (ICJ) que dicte una orden urgente para que Rusia ponga fin a la limpieza étnica y a las violaciones de derechos humanos en su territorio. En tanto, desde el gobierno ruso tuvieron que dar explicaciones sobre la presencia de sus tropas en el interior de Georgia, fuera de los límites de las regiones separatistas de Abjazia y Osetia del Sur.
El vicejefe del alto mando ruso, Anatoli Nogovitsin, confirmó la presencia de soldados en la ciudad de Gori, pero explicó que se trata de blindados de transporte de tropas de exploración y no de carros de combate. Además, los militares rusos consideran «legítimas» las incursiones de los llamados «grupos de exploración» en el puerto de Poti y en la ciudad de Zugdidi.
El Kremlin continúa resistiéndose a entregar el control de Gori a la policía georgiana –lo hizo el jueves pero en menos de dos horas recuperó el poder- ya que esta ciudad se trata de un punto importante en muchos sentidos. Nogovitsin comentó que “desde allí se dirigió la invasión, y en los alrededores hallamos un inmenso arsenal de distintos tipos de armamento».
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