Ante más de 15 mil personas que lo avivaban frente al Congreso de Asunción, Fernando Lugo recibió los atributos de mando y se convirtió en el primer presidente no Colorado en más de seis décadas. A la ceremonia asistieron 97 delegaciones extranjeras, entre ellas, seis presidentes.
Con un tomo moderado pero seguro – hablando en castellano y guaraní – en su discurso de asunción Lugo desplegó algunas críticas hacia el pasado pero con un mensaje de unidad: el que comienza «no es un proceso con vencedores ni vencidos», dijo ante la plaza repleta. También enumeró los desafíos que a partir de ahora se le presentan a Paraguay: la «incorporación a las democracias consolidadas», acabar con la «fama de corrupción» del país, avanzar frente a los «intereses feudales» y derrotar el caudillismo.
Lugo tendrá mandato para los próximos cinco años. El ex obispo – recibió una dispensa papal para poder asumir – corta de esta manera una historia de 61 años de gobierno del Partido Colorado. Tiene 57 años y llegó al poder al frente de la Alianza Patriótica para el Cambio, un partido de centro-izquierda.
A la ceremonia de asunción asistieron, entre otros, los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez; de Argentina, Cristina Fernández; de Uruguay, Tabaré Vázquez, y de Chile, Michelle Bachelet.
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