Entre 80 y 90 civiles murieron ayer como consecuencia de un bombardeo de las fuerzas aliadas en la provincia de Herat, Afganistán. Se trataría en su mayoría de mujeres y niños.
El ministerio del Interior afgano denunció la matanza a través de un comunicado: «76 personas, todos civiles y la mayoría mujeres y niños, murieron durante la operación de las fuerzas de la coalición en el distrito de Shindand, en la provincia de Herat», indica el documento, y asegura que medio centenar de los muertos son menores.
El ataque arrasó a un grupo de civiles y 12 viviendas en el marco de una supuesta operación contra insurgentes en la zona. El comando estadounidense, al frente de las fuerzas aliadas, había admitido el bombardeo, aunque no se refirió a bajas civiles sino a 25 talibanes muertos.
Con su comunicado, el ministerio de Interior afgano desmiente la información norteamericana. Hasta el momento, la Casa Blanca se mostró escéptica y el presidente George Bush salió a intentar algún tipo de defensa: «Los talibán y los grupos extremistas a menudo se van rápido (de las zonas de ataque) y los actos violentos se los atribuyen a Estados Unidos y a nuestros aliados», afirmó Bush desde su rancho en Texas.
En los primeros cuatro meses de este año, cerca de 200 civiles afganos murieron en acciones de las fuerzas internacionales, según la información suministrada por el relator especial de la ONU, Philip Alston. El mes pasado, otro ataque aéreo de fuerzas estadounidenses había causado la muerte de 47 civiles cuando las bombas hicieron blanco en una fiesta de boda en la provincia de Nangarhar; entre las víctimas, hubo 39 mujeres y niños.
Más información
news.bbc.co.uk/hi/spanish/international/newsid_7577000/7577977.stm
www.elpais.com/articulo/internacional/elpepuint/20080823elpepiint_5/Tes
www.lavanguardia.es/lv24h/20080822/53524672882.html
