Once cuerpos fueron encontrados decapitados en la localidad de Chichí Suárez, cerca de Mérida, y otro más fue hallado más tarde en un municipio aledaño. En medio de la ola de violencia que vive México, las autoridades del departamento están tras la pista de los carteles de la droga.
Los cuerpos estaban apilados, esposados y cubiertos por una manta. Algunos estaban desnudos y con claros signos de tortura. Según las primeras pericias, las muertes no se habrían producido por decapitación, aunque no hay marcas de armas de fuego en los cadáveres.
La prensa mexicana y las autoridades estatales no tardaron en relacionar el macabro hallazgo a la ola de violencia que vive el país en los últimos meses y que en lo que va del año ya se cobró 2.900 vidas. Se están investigando varias hipótesis, pero una de las más fuertes tiene que ver con una posible purga entre los grandes cárteles de la droga. También podría ser un mensaje para amedrentar a las autoridades.
En la jornada de hoy se espera que miles de personas salgan a las calles en más de 70 ciudades de todos los estados mexicanos para manifestarse contra la ola de violencia.
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