Asif Ali Zardari, el viudo de la asesinada ex primera ministra Benazir Bhutto, fue elegido como nuevo presidente de Pakistán. Asumirá en medio de un elevado clima de violencia y tendrá que gobernar a un país marcado por la guerra que emprendió Estados Unidos contra los talibanes.
Desde occidente se mira con buenos ojos a Zardari, sin embargo en su país se lo acusa de numerosos hechos de corrupción. El electo presidente saltó a los primeros planos de la política tras el asesinato de su esposa, la ex primera ministra Benazir Bhutto, en un atentado a fines del año pasado.
Zardari fue elegido por las cuatro asambleas provinciales y el parlamento nacional luego que el presidente Pervez Musharraf presentara su renuncia el mes pasado. Y tiene por delante un país que se desangra en violencia: punta de lanza de Estados Unidos para invadir Afganistán, Pakistán se convirtió desde entonces en refugio de los extremistas islámicos, conviviendo con un ejército de fuertes contactos con el talibán, un temible servicio de inteligencia, un convulsionado entramado tribal y un creciente sentimiento antinorteamericano entre su población.
Como muestra del clima imperante, la explosión de un coche bomba dejó ayer un saldo de 10 muertos y cerca de 60 heridos en la ciudad de Peshwar, al noroeste del país.
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www.elpais.com/articulo/internacional/elpepuint/20080906elpepuint_6/Tes
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