En respuesta a la expulsión de los embajadores norteamericanos de Venezuela y Bolivia, el Departamento de Estado actuó en consecuencia e hizo lo propio con el representante venezolano y su par boliviano en Washington. También congeló las cuentas de tres funcionarios de Hugo Chávez acusándolos de colaborar con las FARC.
«Los cargos vertidos contra nuestros embajadores por los líderes boliviano y venezolano son falsos y sus dirigentes lo saben”, aseguró Sean McCormack, vocero del departamento de Estado. Pero fue más allá y dijo que las decisiones del presidente venezolano, Hugo Chávez, y de Bolivia, Evo Morales, de expulsar a los embajadores estadounidenses en esos países fueron movimientos desesperados para contrarrestar la creciente oposición interna a su liderazgo.
La relación entre Estados Unidos y algunos países de Latinoamérica pasa por su peor momento: el jueves el presidente de Bolivia, Evo Morales, declaró persona no grata al embajador norteamericano en La Paz, acusándolo de instigar un golpe de Estados; el bolivariano Hugo Chávez también expulsó al representante de Washington en Caracas solidarizándose con Bolivia; y en Argentina la tensión va en aumento por un caso judicial que se ventila en Miami (la causa Antonini Wilson).
Siguiendo los protocolos diplomáticos, ayer Estados Unidos respondió a la expulsión de sus embajadores en Bolivia y Venezuela haciendo lo propio con los representantes de esos países en Washington. Pero el departamento de Estados también acusó a tres funcionarios de Chávez de ayudar a las FARC en operaciones de narcotráfico, a quienes les congelaron sus cuentas bancarias.
Más información
www.elmundo.es/elmundo/2008/09/12/internacional/1221230191.html
www.lavanguardia.es/lv24h/20080912/53538015851.html
www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1049485
