Seis inmigrantes africanos fueron masacrados por la camorra italiana en la noche del jueves. El hecho generó la reacción de la comunidad negra de Nápoles que salió a la calles reclamando justicia por lo que consideraron ‘un crimen racista’.
Un «comando de fuego» de la camorra napolitana descargó más de 130 balas – usaron ametralladores Kalasnikov y pistolas Luger Parabellum – sobre siete africanos en la región de Castelvolturno, entre Nápoles y Caserta. Antes habían asesinado al propietario de un salón de juegos en un pueblo cercano.
En momentos de fuerte agitación social en relación a la inmigración en la península, la hipótesis de la policía apunta a que las muertes respondieron a un ajuste de cuenta por el narcotráfico en el que participaban los inmigrantes. Según informaron, el clan de los Casalesi, el grupo más feroz de la camorra napolitana, se encuentra en guerra interna por el control de la venta de droga en la región.
La reacción de la comunidad de inmigrantes no se hizo esperar. Salieron a las calles a exigir justicia asegurando que los muertos eran trabajadores textiles sin vínculos con el narcotráfico y que, en cambio, el crimen era una muestra de alevosía racista. En las marchas y manifestaciones espontáneas destruyeron decenas de vidrieras y dañaron varios vehículos.
Más información
www.elpais.com/articulo/internacional/elpepuint/20080920elpepiint_7/Tes
www.elmundo.es/elmundo/2008/09/19/internacional/1221856089.html
www.lavanguardia.es/lv24h/20080920/53542803714.html
