Cerca de diez millones de ecuatorianos deberán decidir hoy si acompañan con su voto a la Nueva Constitución propuesta por el presidente Rafael Correa. Desde su articulado se busca apuntalar el llamado socialismo del siglo XXI, con profundas reformas sociales y económicas.
En sus 444 artículos, la nueva Carta Magna declara a Ecuador como país «plurinacional» y rechaza el modelo de libre mercado al tiempo que le da facultades al gobierno para planificar y regular la economía. El principal objetivo, según Correa, es generar un modelo solidario para una sociedad multicultural y más inclusiva.
Así, el Estado ganaría mayor control sobre los sectores estratégicos como el energético, minería, telecomunicaciones y el agua, hoy en manos de los privados y bajo una economía dolarizada.
Según la mayoría de los sondeos previos, el “Sí” se impondría por un amplio margen, que va desde el 57 por ciento que prevén las consultoras privadas hasta el 70% que vaticina el Gobierno. La principal oposición está en la rica Guayaquil, que ya despertó en Correa el temor a una intento secesionista como viene sufriendo su par boliviano, Evo Morales: en vista de ello, el presidente solicitó a la OEA que fiscalice la votación en ese distrito para que “posteriores denuncias infundadas de fraude” no empañen la legitimidad de los comicios.
Entre los puntos más controvertidos del nuevo articulado se menciona la habilitación a la reelección presidencial inmediata, así como la prohibición expresa a la existencia de bases militares extranjeras (Estados Unidos tiene una en Manta). Sin embargo, lo que más crispa los ánimos de algunos sectores es la inclusión del Estado en el control de las actividades económicas hasta ahora prácticamente desrreguladas tras más de una década de neoliberalismo.
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www.elmundo.es/elmundo/2008/09/28/internacional/1222569269.html
news.bbc.co.uk/hi/spanish/latin_america/newsid_7640000/7640278.stm
www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1054238
