El presidente electo de Estrados Unidos, Barak Obama, anunció ayer la que será una de sus principales medidas económicas para hacerle frente a la crisis financiera: un mega plan de infraestructura que ocupará a 2,5 millones de trabajadores.
“Será la más grande y nueva inversión en nuestra infraestructura nacional desde la creación del sistema de carreteras federal en 1950”, aseguró Obama. El anuncio llegó un día después que se conocieran datos oficiales según los cuales en noviembre Estados Unidos experimentó la mayor caída de empleo en los últimos 34 año, con un recorte de 533.000 puestos de trabajo.
Con el nuevo plan, Obama, que asumirá el 20 de enero, planea crear al menos 2,5 millones de nuevos puestos de trabajo para 2011. Los costos se elevarían a cerca de 136.000 millones de dólares.
Los anuncios de ayer no terminaron ahí. También aseguró que buscará aumentar el acceso a Internet de banda ancha en todo el país y que tiene previsto reestructurar el sistema energético a través del reemplazo de la vieja tecnología de calefacción, extendida en buena parte de Estados Unidos.
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