Se trató de la primera reunión que mantiene el demócrata con un presidente extranjero desde que fue electo. Mostró preocupación porque los problemas del narcotráfico y el desempleo lleguen a su país.
El próximo 20 de enero Barack Obama se transformará oficialmente en el presidente de los Estados Unidos y ayer lunes recibió al presidente mexicano, Felipe Calderón. El demócrata prometió «una nueva página en la relación de EE. UU. con América Latina».
Obama también mostró su preocupación por que los dos problemas crecientes que sufre México – el narcotráfico y el desempleo- lleguen a su país y terminen afectándolo gravemente. Desde que ganó las elecciones, es la primera reunión que el presidente electo mantiene con un mandatario extranjero.
El electo presidente estadounidense remarcó: «Mi mensaje hoy es que mi administración estará lista, desde el primer día, a trabajar en construir una relación más fuerte con México». También consideró a México como «un aliado firme».
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