La crisis financiera internacional sigue presentando nuevos capítulos: el hasta hace poco tiempo mayor banco norteamericano, el CitiGroup, decidió dividirse en dos unidades independientes para centralizar por un lado las operatorias bancarias regulares y por el otro la administración de fondos. En tanto, el Bank of América volvió a recibir ayuda oficial para hacer frente a las deudas generadas por la fusión con el Merrill Lynch.
El Citi deberá dividirse en dos: Citicorp quedará como una entidad dedicada a la actividad bancaria y al negocio con las tarjetas de crédito mientras que el Citi Holdings se quedará con las operaciones bursátiles y a la administración de fondos. Pero eso no es todo para el CitiGroup, ya que en la reestructuración se incluye también la venta de una de sus empresas asociadas, el Smith Barney, que terminará fusionado con el Morgan Stanley.
En tanto, para evitar un caso similar al del Citi, el Tesoro norteamericano le entregó al Bank of América otros 25.000 millones de dólares (sumando en total 50.000 millones en dineros públicos) por la compra del Merrill Lynch, una de las primeras entidades caídas en desgracias cuando la crisis financiera estaba aún en pañales. Además, el BofA recibirá una garantía federal por US$118.000 millones por los activos tóxicos adquiridos.
A tan sólo dos días de la asunción de Barak Obama como nuevo presidente de Estados Unidos, la crisis financiera norteamericana no parece decidirse a escribir su último capítulo.
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