Benedicto XVI se solidarizó con la comunidad judía tras los conflictos generados por la rehabilitación de una orden religiosa tradicionalista fundada por el fallecido obispo Marcel Lefebvre, que había sido excomulgada hace 20 años por el Papa Juan Pablo II.
El Papa Benedicto XVI se mostró ayer expresamente en contra de la negación del Holocausto. Pero, el Rabinato anunció que rompió, indefinidamente, relaciones con la iglesia Católica como protesta a las palabras emitidas por el obispo inglés Richard Williamson, quien negó el genocidio de millones de judíos y las cámaras de gas en los campos de concentración.
En respuesta al gesto del Papa, el director general del Rabinato, Oded Weiner, dijo que fue “un gran paso adelante para la solución de la cuestión”, y una “declaración muy importante para los judíos y para el mundo entero”. Aunque hacen falta “pasos ulteriores como una retractación pública del obispo Williamson”.
Benedicto XVI pidió también a la Fraternidad San Pío X, a la que pertenece Williamson, que reconozca el Concilio Vaticano Segundo. Uno de los resultados de ese concilio, dijo, fue impulsar el diálogo de la Iglesia Católica con el judaísmo y combatir toda forma de antisemitismo.
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