Tan pronto conocida su designación, Benjamin Netanyahu intentó un acercamiento con la actual canciller Tzipi Livni para sumarla a un gabinete de unidad, pero la líder del centrista partido Kadima rechazó el ofrecimiento por entender que formaría parte de un Gobierno de extrema derecha.
Pese a que Livni ganó las últimas elecciones, su escaso margen – un diputado de diferencia – sobre el líder conservador Benjamin Netanyahu decidió al presidente israelí, Shimon Peres, a designar a este último como nuevo primer ministro por contar con el apoyo del tercer partido con más votantes, Israel Beitenu, de la ultraderecha que comanda Avigdor Lieberman.
Si bien hubo una reunión entre Peres, Netanyahu y Livni, no se alcanzaron posiciones comunes. Eso aguó las pocas expectativas que había en alcanzar un gobierno de unidad: “Yo no serviré de garante de un gobierno sin visión política”, dijo la actual canciller, que vería pocas posibilidades de completar el gabinete con gente de su partido (centro derecha) o del laborismo (centroizquierda), puesto que el grueso de los cargos quedarían para el conservador Likud, la ultraderecha de Lieberman y sus aliados ortodoxos.
Benjamin Netanyahu tiene ahora un plazo de 28 días, prorrogable otros 14, para conformar gobierno.
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www.elmundo.es/elmundo/2009/02/20/internacional/1235151614.html
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