En la cumbre de mandatarios realizada entre el jueves y el viernes en Pittsburgh, Estados Unidos, se decidió que a partir de ahora el G-20 reemplace al G-8 en la toma de decisiones de índole económica. El giro representa un reposicionamiento de algunos países emergentes en el plano internacional.
El G-8 está compuesto por Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Italia, Alemania, Canadá, Japón, y Rusia. El G-20, incluye también a varias economías emergentes como Argentina, Brasil, México, India y China, más algunos organismos como el FMI y el BM. El nuevo esquema reconoce la creciente importancia de Asia y los países latinoamericanos en el concierto internacional.
La propia Casa Blanca catalogó el acuerdo de «histórico» asegurando que «trae a la mesa a los países necesarios para construir una economía global más fuerte y equilibrada, reformar el sistema financiero y mejorar la vida de los más pobres». El brasileño Lula Da Silva dijo que se consiguió «una gran victoria».
Pese a este cambio, el G-8 se seguirá reuniendo anualmente, pero el núcleo de las decisiones económicas a nivel global ya no pasará por ese ámbito. En tanto, queda en una situación poco clara la participación a futuro de España, país que no integra formalmente ninguno de los dos ámbitos pero que ha sido invitado a participar en las últimas dos reuniones del G-20.
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www.clarin.com/diario/2009/09/26/elmundo/i-02006655.htm
www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1179230
www.criticadigital.com/impresa/index.php?secc=nota&nid=31378