Aviones de la Fuerza Aérea colombiana apoyados por patrullas de la Policía y el Ejército bombardearon ayer un campamento de las FARC en el departamento del Tolima, al sur de Bogotá. Las autoridades de Defensa confirmaron la muerte de ocho guerrilleros pero se sospecha que el número de fallecidos podría superar la treintena.
Las dudas en relación al número final de muertos responden a que el feroz bombardeo generó un derrumbe en esa región montañosa. El alud podría haber sepultado buena parte del campamento habitado.
El operativo tenía por objetivo atrapar al máximo jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Alfonso Cano, que, según información del Ejército, estaría actuando en la zona. Si bien no se dio con él, algunos sobrevivientes señalaron que al momento del ataque estaba en el campamento Arquímedes Muñoz Villamil, alias ‘Jerónimo Galeano’, jefe del comando conjunto central (y mano derecha de Cano), quien permanece desaparecido.
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