«Va a haber mucha más gente alcanzada; está la SIDE (trabajando) para desentrañar este difícil cúmulo de datos y la semana que viene vamos a contar con más información», reveló ayer el juez federal Norberto Oyarbide. El magistrado que investiga el escándalo de las escuchas ilegales confirmó por lo menos siete pinchaduras.
Oyarbide aseguró que hasta el momento son siete los perjudicados directamente por las escuchas telefónicas: Sergio Burstein, de la agrupación Familiares de Víctimas de la AMIA, el empresario Carlos Ávila y gente de su entorno (su yerno, Federico Infante y su abogado, Mariano Castex), dos gerentes comerciales de los Supermercados Coto y Néstor Daniel Leonardo, el ex cuñado del jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri. Sin embargo el magistrado dejó abierta la puerta a nuevas revelaciones.
El principal acusado es Ciro James, un ex policía contratado por el Gobierno de la Ciudad, donde se desempeñó en el Ministerio de Educación y la Policía Metropolitana.
Como coautores de las pinchaduras telefónicas también están procesados el director de Investigaciones de la Policía de Misiones, Rubén Quintana, el ex jefe de Homicidios de la policía misionera, Raúl Rojas, y el ex auxiliar de inteligencia Diego Guarda. Las escuchas fueron ordenadas por los jueces misioneros Horacio Gallardo y José Luis Rey quienes deberán comparecer ante Oyarbide la semana que viene.
El magistrado porteño tomó declaración el jueves a Néstor Daniel Leonardo, quien complicó a la familia Macri. El ex cuñado del Jefe de Gobierno le atribuyó a Franco Macri – cabeza del clan familiar – haberle pedido a su hijo Mauricio que mandara a espirarlo.
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