El Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y el titular de la bancada kirchnerista en la Cámara baja, Agustín Rossi, deslizaron el tema en algunas de sus declaraciones después del cambio de proporcionalidades en Diputados: «Si no estamos de acuerdo (con alguna de las leyes que saque el Parlamento) volverán al Congreso para su revisión o para su archivo», remarcó Fernández.
Y ayer ratificó el mensaje en Casa Rosada. Sin embargo tuvo, a su vez, la réplica de la diputada del Peronismo disidente, Graciela Camaño: «Si obstruye el trabajo legislativo, tendrá que dar explicaciones a la sociedad», dijo en relación a los posibles vetos de la Presidenta. Pero fue un paso más allá. «Ojo que pueden volver a sonar las cacerolas de la protesta como en 2001», lanzó la mujer de Luis Barrionuevo y ex ministra de Eduardo Duhalde, en una entrevista publicada en la edición dominical del diario Clarín.
«El Poder Ejecutivo puede hacer todos los vetos que quiera, será su responsabilidad; nosotros tenemos la responsabilidad de trabajar», había dicho ya Camaño, que, al parecer, en el próximo período legislativo integrará un bloque por fuera del oficialismo pero equidistante al mismo tiempo del Peronismo Federal.
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www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1208411
www.clarin.com/diario/2009/12/06/elpais/p-02056166.htm
www.criticadigital.com/index.php?secc=nota&nid=34031
