Podría haber sido Xavi, Pique, Ibrahimovic, Henry o cualquiera de los grandes jugadores que tiene el Barça, y finalmente terminó siendo el rosarino Lionel Messi el que convirtió el gol que le dio al equipo catalán la victoria y le sacó de las manos la gloria a Estudiantes de La Plata. En Abu Dhabi el equipo platense perdió 2 a 1 la final del Mundial de Clubes.
Al Barcelona le costó dar vuelta el resultado. Mauro Boselli había abierto la cuenta en el primer tiempo tras un centro desde la izquierda de Juan Manuel Díaz, anticipándose en las alturas a Abidal. Desde entonces y hasta el minuto 88 fue un constante trabajo táctico – no exento de gran esfuerzo físico – del equipo de Sabella para mantener el resultado.
Pero sobre el final del tiempo reglamentario, Pedro consiguió la igualdad llevando suspenso a la definición, que pasó a tiempo de alargue. En Abu Dhabi y en La Plata los hinchas argentinos rezaban.
Había que aguantar, como lo había hecho el Pincha durante gran parte del partido, y sacar algún contraataque. Pero, se sabe, al Barça no hay que darle ni el más mínimo espacio. Y a Messi, el argentino que es ídolo del conjunto catalán, tampoco. El rosarino no había tenido mucha participación hasta entonces pero una aparición precisa en el momento justo hizo la diferencia. El gol, una joyita de palomita de pecho, llegó a los 5 minutos del segundo tiempo del alargue y fue determinante.
Estudiantes de La Plata perdió su tercera final del Mundial de Clubes (había sido Campeón del Mundo en 1968) pero lo hizo de pie. Jugando por momentos bien y sabiendo parársele de frente al equipo más ganador del momento.
Más información
www.clarin.com/diario/2009/12/20/deportes/d-02104830.htm
www.bbc.co.uk/mundo/deportes/2009/12/091219_2350_barca_estu_irm.shtml
www.pagina12.com.ar/diario/deportes/8-137308-2009-12-20.html
