Llevaba casi 50 años alejado de la vida pública en una casa de campo en New Hampshire, al noreste de Estados Unidos, donde falleció por causas naturales, según dijo su representante. Su obra cumbre vendió más de 65 millones de ejemplares y fue traducida a más de diez idiomas.
El escritor neoyorquino J.D. Salinger falleció el pasado miércoles a los 91 años dejando tras de sí una fama que lo ubica como una de las máximas figuras literarias del siglo XX gracias a la publicación de «El guardián entre el centeno», un libro que sigue vendiendo cerca de 250 mil ejemplares cada año en todo el mundo.
«No sufrió ningún dolor en el momento de su muerte», señaló Phyllis Westberg, su agente editorial, quien subrayó además su perenne deseo de «defender la privacidad a como diera lugar».
«El guardián entre el centeno» fue publicado en 1951 y de inmediato le mereció no sólo la fama mundial sino el reconocimiento de las más destacadas plumas de la literatura estadounidense, como Ernest Hemingway, quien describió a Sellinger como un escritor de «infinito talento».
El libro narra en primera persona los recuerdos de Holden Caufield, recluido para pasar los últimos días de su vida en un hospital psiquiátrico, y quien hace una retrospectiva de su vida juvenil, cuando se paseaba durante horas por las calles de Nueva York en un estado de ensoñación.
