El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, presentó ayer el prototipo de un nuevo tipo de centrifugadoras con mayor poder de enriquecimiento que las de primera generación. En Día Nacional de la Energía Atómica felicitó a los científicos por sus avances.
«Somos uno de los pocos países, sino el único, que controla todas las áreas de su programa nuclear, desde la extracción del uranio hasta la fabricación de los equipos, pasando por el enriquecimiento», señaló el mandatario iraní. En todo momento aseguró que el objetivo final es la generación de energía, algo de lo cual occidente duda.
El anuncio llega horas antes de que en Washington sesione la cumbre sobre la seguridad nuclear. Desde hace años, las potencias occidentales miran con desconfianza al programa nuclear de Irán y su supuesta intención de acercarse a las energías limpias y baratas teniendo bajo sus pies un mar de petróleo.
Cada tanto, Irán anuncia algún avance en su programa nuclear. Si bien las nuevas centrifugadoras no violan en principio el Tratado de No Proliferación, la comunidad internacional se muestra preocupada por el empeño iraní de enriquecer uranio puesto que este combustible sirve tanto para producir electricidad como para fabricar bombas atómicas.
