El presiente brasileño, Luis Inacio Lula Da Silva, llegó a Teherán en una arriesgada misión diplomática: oficiar de mediador para tratar de destrabar el conflicto que enfrenta a Irán con las potencias occidentales en torno al programa nuclear de la nación persa.
No la tiene fácil Lula. En la capital iraní intentará lo que no pudieron dos presidentes norteamericanos ni toda la cúpula de la Unión Europea, Rusia y China.
Para peor pareciera ser que la propia secretaria de Estado norteamericana, Hilary Clinton, le juega en contra. En Qatar, la jefa de la diplomacia de Estados Unidos se mostró escéptica sobre el resultado del viaje del gobernante sudamericano.
Lo cierto es que Lula se entrevistará con el presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, para convencerlo de que Teherán confíe a Turquía el enriquecimiento del uranio que deberá usar – con fines pacífico – en sus planteas nucleares. Aunque a quien hay que convencer en realidad es al líder religioso de los iraníes, el ayatolá Ali Khamenei, palabra última en las cuestiones de Estado.
La propuesta brasileña es similar a la que ya había presentado meses atrás Occidente pero con algunos cambios sustanciales, entre ellos que sea Turquía quien enriquezca el combustible nuclear. Si bien la movida es arriesgada, existen chances de éxito. Y a eso se aferra el presidente sudamericano apostando al trabajo diplomático, una materia en la que Brasil históricamente ha hecho escuela.
Más información
www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-145768-2010-05-16.html
www.bbc.co.uk/mundo/internacional/2010/05/100514_lula_iran_nuclear_mes.shtml
www.elpais.com/articulo/internacional/elpepuint/20100515elpepuint_2/Tes
