El tren descarriló y chocó con otro que viajaba en dirección contraria. Es el segundo ataque de los rebeldes maoístas en dos meses.
Unas 65 personas murieron ayer jueves en India luego de que un tren descarrilara producto de la explosión de una bomba y chocara con otro. El incidente se produjo en el estado indio de Bengala Occidental y también dejó más de 200 heridos, así como las autoridades sostienen que el número de víctimas puede aumentar mientras los servicios de emergencia locales continúan trabajando en el lugar.
Por su parte, la guerrilla maoísta ha reivindicado el atentado en un hecho que aumenta la presión sobre el Gobierno, la cual se ha extendido en la mayoría de las franjas rurales del este y centro del país. Los maoístas ya han atacado este año, en abril pasado, cuando unos 76 policías murieron a causa de una emboscada.
El atentado ocurrió cuando el tren Gyaneshwari Super Deluxe Express viajaba entre las ciudades de Bombay y Calcuta, y descarriló cerca de la estación de Sardiya producto de la explosión de una bomba. Desde el Gobierno indio han anunciado una ayuda económica de 500.000 rupias (unos 8.700 euros) para las familias de cada una de las víctimas.
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