Se encuentran en una de las catacumbas debajo de la ciudad de Roma. La técnología láser fue fundamental para el hallazgo.
Arqueólogos del Vaticano detectaron cerca de la famosa basílica de San Pablo Extramuros los primeros íconos de los cuatro apóstoles Pablo, Pedro, Andrés y Juan. Los mismos fueron descubiertos a cuatro metros de profundidad debajo de un edificio de oficinas de ocho pisos que se construyó hace ya más de 50 años.
El hallazgo fue gracias a la tecnología láser que permitió detectar estos íconos que se conservaron de manera milagrosa en una de las catacumbas que existen debajo de Roma. La presentación la realizó ayer monseñor Gianfranco Ravasi, presidente de la Pontificia Comisión de Arqueología Sagrada, acompañado de expertos y restauradores.
«Después de varios intentos fallidos, el láser logró su cometido. Luego de tirar abajo la capa de material calcáreo, descubrimos en los tres ángulos de la bóveda tres apóstoles (Pedro, Andrés y Juan) y, al centro, la imagen del Buen Pastor, Cristo», explicó el director arqueológico de las catacumbas, Fabrizio Bisconti. Esta búsqueda comenzó hace un año debido a que los arqueólogos ya habían descubierto en el lugar el rostro de San Pablo.
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