Se lo recordará no sólo por su obra personal sino también por ser maestro y orientador de toda una camada de escultores argentinos.
Aurelio Macchi egresó de la Academia de Bellas Artes en 1938, se formó en los talleres de Juan Carlos Oliva y en 1949 viajó a París con la beca Patroneé, que lo acercó a Ossip Zadkine. También fue ayudante de José Fioravanti, con quien trabajó en la creación del Monumento a la Bandera de Rosario, y de Juan Carlos Oliva Navarro, a quien ayudó con el monumento a Pedro de Mendoza de Parque Lezama.
Ejerció la docencia en varias escuelas y academias de arte y hasta sus últimos días recibió a alumnos en el taller que compartía con su esposa, Elsa Espeleta.
Macchi obtuvo reconocimiento personal primero en el extranjero y recién hace apenas cuatro años hizo su primera muestra individual en el Museo Nacional de Bellas Artes.
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