En el último segundo del partido Diego Forlán estrelló un tiro libre en el travesaño, que podría haber estirado las chances de la Celeste.
Uruguay perdió; pero bien podría haberlo ganado. Fue un buen partido que contó con un casi permanente idea y vuelta y pasajes de muy buen fútbol, lo que demuestra que pese a que sólo Alemania se calzó el bronce, el tercer puesto estaba a mano de cualquiera de los dos.
Los europeos se encontraron en ventaja a los 19 minutos del arranque, tras un rebote que dio Muslera y Müller convirtió en gol; pero antes de finalizar la primera etapa Cavani igualó las cosas completando una muy buena jugada que incluyó a Pérez, Suárez y Forlán. A poco de arrancar el segundo tiempo, una volea de Forlán le dio el 2-1 a la Celeste, que para ese entonces acariciaba el bronce, pero enseguida otro error de Muslera le permitió a Alemania llegar al empate a través de un cabezazo de Jansen
Uruguay nunca retrocedió, y fiel al estilo que le imprimió el Maestro Tabaréz, siguió buscando y tuvo más oportunidades de convertir. Sin embargo fue Khedira el que selló el 3-2 alemán que los orientales ya no pudieron remontar, pese a que no dejaron de intentarlo ni hasta el último minuto del tiempo añadido por el árbitro.
En la última jugada, Forlán hizo temblar el travesaño con un tiro libre que la suerte, el viento y el rezo de 82 millones de alemanes evitó que sea gol. Con el cuarto puesto, el equipo oriental hizo historia, consiguiendo su mejor ubicación en un Mundial desde el maracanazo de 1950.
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