El negociador de la venta de la empresa señaló que Clarín y La Nación fueron los mejores oferentes. La Presidenta sostuvo que los miembros del Grupo Graiver vivían en «libertad ambulatoria».
Se agiganta la polémica por el informe presentado por el Gobierno acerca de Papel Prensa. Ayer miércoles declaró ante la Justicia el negociador de la venta de la empresa en 1976, Isidoro Graiver, quien ratificó que no le impusieron vender a los diarios y que Clarín y La Nación fueron «el mejor oferente».
Graiver señaló ante el juez federal de La Plata Arnaldo Corazza y el fiscal Marcelo Molina que «nadie le indicó quiénes debían ser los compradores de los bienes puestos a la venta». Rápidamente la presidenta Cristina Kirchner indicó a algunos medios que los miembros del Grupo Graiver vivían en «libertad ambulatoria» inmersos en un marco de «presiones y amenazas» y con «sólo una apariencia de legalidad».
Por su parte, Graiver explicó que en el momento de la venta en Papel Prensa «estaban en una situación incómoda comercialmente, porque el gobierno de facto les había puesto muchos obstáculos para que las vendieran». Por último sostuvo que la venta fue beneficiosa para la familia y que les ayudo a enfrentar su delicada situación económica.
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