Como cada año, miles de jóvenes se movilizaron entre ayer y hoy desde Capital hasta la basílica de Lujan, donde el arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, ofreció una misa en la que pidió «patria para todos» sin odios ni rencores.
Frente a la multitud reunida en la Plaza Belgrano, Bergoglio aseguró ante la Virgen que el pueblo argentino quiere «una patria en la que todos tengan cabida, en la que no haya sobrantes, excluidos ni explotados».
«Que esta patria para todos nos consolide como hermanos en la herencia patriótica de nuestros mayores. Que nadie sea despreciado. Que no crezca el odio entre nosotros. Que el rencor, ese fruto amargo que mata, no eche raíces en nuestro corazón», dijo el cardenal.
La ceremonia comenzó sobre las 7 de la mañana, cuando el grueso de los fieles ya había llegado la basílica. Sin embargo, pasada esa hora seguían arribando jóvenes a Luján.
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