Ratificaron sus denuncias las dos diputadas que habían mencionado los supuestos intentos de sobornos. Camaño dijo que está cansada que le digan que es «la mujer de alguien».
El oficialismo consiguió ponerle punto final a la reunión que se llevó a cabo en la Cámara de diputados por las supuestas presiones indebidas a legisladores de la oposición para aprobar el presupuesto 2011. Sin embargo, el dato más llamativo de la tarde fue el cachetazo que la presidenta de la Comisión de Asuntos Constitucionales, Graciela Camaño, le propinó al ultrakirchnerista Carlos Kunkel.
En la Comisión de Asuntos Constitucionales las dos diputadas que habían denunciado los supuestos sobornos, Cynthia Hotton (Valores para mi País) y Elsa Alvarez (UCR), ratificaron sus declaraciones y revelaron a los autores de esas presiones. Al respecto, Hotton señaló a la oficialista Patricia Fadel, mientras que Álvarez vinculó a José Granero, jefe de la Sedronar.
Luego del cachetazo de Camaño a Kunkel, la diputada del peronismo disidente indicó: «Me arrepiento de lo que hice, pero no le pido disculpas a Kunkel». Asimismo, Camaño argumentó que reaccionó de esa manera porque “estoy cansada que me digan que soy la mujer de alguien”.
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