Consideró que la «conspiración» se extiende a países vecinos. No levantó el estado de emergencia.
El presidente de Siria Bashar al-Assad continúa firme en su cargo a pesar de las crecientes manifestaciones en su contra y ayer miércoles informó que no realizará ninguna concesión. Al respecto, el mandatario manifestó que no levantará el estado de emergencia ni tampoco realizará las reformas que reclaman los opositores.
«Nuestros enemigos trabajan sin descanso para golpear a Siria. Hoy, Siria es objeto de una gran conspiración, cuyos rastros se extienden a países cercanos y lejanos», consideró al-Assad en un discurso que brindó desde el Parlamento. A lo que agregó que «Siria no está aislada de la región pero no somos una copia de los otros países», en relación a las situaciones en Egipto, Túnez y Libia.
El estado de emergencia rige en Siria desde 1963 y el mismo impide las libertades públicas, permite la detención de toda persona «sospechosa» y autoriza la vigilancia de las comunicaciones y la censura de la prensa. Mientras tanto, en los EE.UU. remarcaron que el mandatario sirio no estuvo a la altura de las circunstancias.
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www.lanacion.com.ar/1361605
www.elpais.com/articulo/internacional/elpepuint/20110330elpepuint_5/Tes
www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2011/03/110330_siria_asad_discurso_parlamento_reformas.shtml
