Daniel Horacio Verón, hermano de María de los Ángeles Verón, la joven tucumana que fuera secuestrada en 2002, declaró ante el tribunal provincial en el juicio que se sigue tras su desaparición. Entre sus dichos, denunció que un comisario le pidió dinero a su familia para agilizar la causa y afirmó que su padre ¨se murió de tristeza¨ en 2005. Además, una testigo identificada como Gabriela reconoció a Marita Verón. La mujer dijo que en 2003 estuvo en La Rioja en un prostíbulo de Gonzalo Gómez –uno de los imputados en la causa- y que ¨había una chica que cocinaba, que le decían Mariana¨, tras haber ratificado que con ese nombre conoció a Marita.
Por su parte, Verón comentó que, en el momento de la desaparición de su hermana, él vivía en Río Gallegos, provincia de Santa Cruz, donde trabajaba en la dirección Nacional de Migraciones. ¨El 6 abril de 2002 me llamó mi papá para contarme de la desaparición de Marita. No me llamaron en el mismo momento para no asustarme¨. Durante su relato, Verón agregó: ¨Un comisario, creo que de apellido Brito, había ido a mi casa y pedía 1.500 o 2.000 pesos para moverse y buscar a mi hermana¨.
De esta manera, se reanudaron las audiencias que se habían suspendido debido a las detenciones de Lidia Medina y su hijo Gonzalo Gómez, quienes fueron alojados en la Brigada Femenina y en la alcaldía de la Dirección General de Investigaciones, respectivamente.
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