Cada sabor le ofrece un color distinto para utilizar en sus trabajos.
A Othman Toma le encanta el helado, como a casi todo el mundo. La diferencia es que él, en vez de comérselo, lo convierte en hermosas pinturas que parecen hechas con acuarela. El método es muy simple: saca los helados del freezer, los pone sobre un plato para que se derritan ¡Y listo! Se pone a trabajar.
A este artista iraquí radicado en Bagdad le gusta pintar tigres, leones, edificios históricos, rostros femeninos y otras cosas más. Una vez que termina de pintar, toma una foto de su obra y la sube a su cuenta de Instagram, en la que tiene más de mil seguidores que comparten su arte con el resto de los usuarios.
Cabe aclarar que Othman también usa otras técnicas para pintar, como lápices, pinturas tradicionales y hasta biromes. Menos mal, porque si al helado lo usa para pintar, quizás se comía las pinturas al óleo de postre.