viernes 29 de marzo de 2024
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Pierre Omidyar: 6 modos en que las redes sociales se convirtieron en una amenaza directa para la democracia

Pierre Omidyar, fundador de eBay, es filántropo, tecnólogo y humanitario. También es miembro del comité editorial del sitio WorldPost, donde publicó esta nota:

Si bien es difícil creer que ayudar a desconocidos a conectarse a través de Internet fue siempre una idea radical, cuando empecé eBay hace 22 años, se sentía más como un experimento social que como una empresa. Y en muchos aspectos, lo era.

En aquel entonces, el comercio online era una frontera nueva y salvaje. Creía en nuestra misión de empoderar a la gente para que llevara a cabo el comercio privado en Internet, pero había desafíos imprevistos que se escondían en lo profundo de esas aguas inexploradas. Tenía mucho que aprender, y sentía una profunda responsabilidad de ayudar a construir una nueva industria responsable y sostenible, un peso que los líderes de la actual industria de los medios de comunicación en desarrollo, también tienen.

Por todas las formas en que esta tecnología nos une, la monetización y la manipulación de la información nos separan rápidamente. Desde la interferencia extranjera en nuestras elecciones hasta las campañas dirigidas a confundir y dividir temas sociales importantes, los grupos que buscan una manera efectiva de infiltrarse e influir en nuestra democracia han encontrado generosos anfitriones en el mundo de las redes sociales.

Pero ha llegado el momento de que estos invitados no deseados abandonen la fiesta.

Durante años, se le ha pagado a Facebook para distribuir anuncios conocidos como “dark posts,” que sólo se comparten con usuarios muy selectivos seleccionados por los anunciantes. Cuando estos anuncios son de naturaleza política o divisoria, su secretismo priva a los afectados por los anuncios de la oportunidad de responder de manera oportuna (por ejemplo, antes de que una elección concluya). También permite a los extranjeros, como el gobierno ruso, influenciar y manipular a los ciudadanos estadounidenses desde las sombras.

Facebook ha compartido desde entonces su plan para proteger la integridad de las futuras elecciones y aumentar la transparencia y el monitoreo de su publicidad. Es un esfuerzo agresivo, y soy cautelosamente optimista sobre la dedicación de la compañía a abordar las vulnerabilidades de su plataforma. Pero incluso si estas salvaguardias son exitosas, todavía estamos comenzando a tratar cómo las redes sociales en todas las plataformas se están utilizando para socavar la transparencia, la responsabilidad y la confianza en nuestra democracia.

El Grupo Omidyar trabaja para abordar, en parte, cómo apoyar y proteger nuestros valores democráticos. Recientemente, un equipo de dos de nuestras organizaciones, Democracy Fund y Omidyar Network, se reunieron para investigar la relación entre redes sociales y democracia. Las conclusiones iniciales se detallan en un documento que identifica seis áreas clave en las que los medios de comunicación social se han convertido en una amenaza directa a nuestros ideales democráticos:

  1. Cámaras de eco, polarización e hiperpartidismo
    En muchos aspectos, el diseño de ciertas plataformas de redes sociales refleja el creciente volumen de medios partidistas en los canales tradicionales. A medida que se convierten cada vez más en canal de distribución primaria, las plataformas de redes sociales crean burbujas de información y opiniones unilaterales, perpetuando puntos de vista sesgados, y disminuyendo las oportunidades de un discurso saludable.

 

  1. Difusión de información falsa o engañosa
    La falta de información o la desinformación viral, comúnmente denominada «noticia falsa», recorren los canales de redes sociales, difundidas tanto por actores públicos como privados. Estas piezas falsas y distorsionadas de información pueden intensificar la división y dificultar que las personas confíen tanto en lo que leen, como en las personas e instituciones sobre las que están leyendo.

 

  1. Confluencia de popularidad con legitimidad
    La idea de que los likes o retweets pueden utilizarse para medir la validez o el apoyo masivo para una persona, un mensaje u organización, crea un sistema distorsionado de evaluación de la información y proporciona un pulso falso sobre la popularidad de ciertos puntos de vista. Esto se ve agravado por lo difícil que es distinguir las opiniones legítimamente expresadas de las generadas por los trolls y los bots.

 

  1. Manipulación política
    Tales trolls y bots, disfrazados de ciudadanos comunes, se han convertido en el arma elegida por los gobiernos y líderes políticos para dar forma a las conversaciones online. Es sabido que los gobiernos de Turquía, China, Israel, Rusia y Reino Unido desplegaron miles de operadores de redes sociales contratados que manejan múltiples cuentas para cambiar o controlar la opinión pública.

 

  1. Manipulación, micro-selección y cambio de comportamiento
    Los anunciantes y sus sofisticados mecanismos de focalización impulsan la economía de la atención. No todos estos mensajes parecen anuncios o son visibles para nadie fuera de la población a la que se dirigen, como fue el caso con las admisiones recientes de Facebook en torno a anuncios patrocinados por Rusia comprados durante las elecciones en Estados Unidos. Este modelo amplía aún más la brecha entre medios y periodistas, y erosiona los ingresos y la sostenibilidad de las organizaciones tradicionales de noticias encargadas de apoyar a los poderosos.

 

  1. Intolerancia, exclusión y discurso de odio
    Varias políticas y características de estas plataformas pueden amplificar los discursos de odio, los ataques terroristas y el acoso racial y sexual. Estos entornos pueden disuadir a los dirigidos por el discurso de odio de participar en la conversación.

Nuestra esperanza es que esta investigación sirva como punto de partida para líderes de redes sociales, responsables de políticas, funcionarios gubernamentales y otros interesados ​​clave para profundizar en el impacto que esta tecnología está teniendo en nuestra nación y, en última instancia, para identificar soluciones tangibles. Este no es un problema partidista, y no es algo que cualquier persona, compañía o gobierno pueda arreglar. Pero alguien debe liderar el pedido, y respetuosamente convoco a las empresas de redes sociales que están en el centro de este asunto, para impulsar este diálogo crítico.

Así como las nuevas regulaciones y políticas tuvieron que ser establecidas para el sector del comercio online a medida que evolucionaba, las empresas de redes sociales ahora deben ayudar a navegar las graves amenazas planteadas por sus plataformas, y ayudar a liderar el desarrollo y la aplicación de soluciones claras de la industria. El cambio no ocurrirá de la noche a la mañana, y estos problemas requerirán un examen continuo, colaboración y vigilancia para revertir efectivamente la marea.

Pero con las elecciones de mitad de mandato a pocos meses, la marea está aumentando rápidamente, y el momento de actuar es ahora.

Vía

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