jueves 28 de marzo de 2024
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Cementa su cabeza dentro de un microondas, y tienen que rescatarlo los bomberos

Jay Swingler, un joven británico de 22 años, disfruta de sus 15 minutos de fama en las redes sociales en este momento, donde fue noticia por cementar su cabeza dentro de un horno de microondas, para obtener algunas vistas en YouTube.

En retrospectiva, parece gracioso, y Jay ciertamente obtuvo la atención que anhelaba. Sin embargo, podría haber salido terriblemente mal: sus amigos no lograron liberarlo, y tuvieron que llamar a los servicios de emergencia. Aliviado de haber sido rescatado, Jay no se arrepiente de nada, diciendo que todo es muy gracioso, y que está encantado con la atención que cosechó con su video.

El proyecto se llevó a cabo en un garaje en Wolverhampton, y filmado para TGFBro, el canal de YouTube donde Jay sube sus videos bromistas. El joven envolvió su cabeza en una bolsa de plástico y la metió en microondas, mientras que los amigos que lo asistían lo llenaron con siete bolsas de Polyfilla, una pasta de enduido usada para rellenar grietas. Se suponía que el microondas serviría como molde, pero las cosas salieron mal, y los amigos de Jay pasaron 90 minutos tratando de liberarlo. El famoso bromista pudo respirar a través de un tubo de aire que sus amigos lograron insertar en el microondas, pero la expansión de la Polyfilla hizo que fuera cada vez más difícil que pasara el aire.

La tripulación de la ambulancia a la que llamaron fue incapaz de liberar a Jay, y convocaron a los bomberos. Cuando llegaron los bomberos, transcurrió otra hora antes de que Jay finalmente fuera liberado. El comandante Shaun Dakin, que dirige el equipo del Servicio de Bomberos de West Midlands enviado a la escena, dijo que la broma podría haber terminado en asfixia o lesiones graves. Resultó ser una operación de rescate bastante complicada.

«Por muy gracioso que parezca, este joven podría haberse sofocado fácilmente o haber resultado gravemente herido. Separar el microondas fue complicado. Llamamos por video a nuestros colegas de rescate técnico para pedirles consejo, y finalmente logramos que se despegara… Nos llevó casi una hora liberarlo», dijo Dakin.

Jay fue criticado por perder el tiempo de los servicios de emergencia, y posiblemente evitar que respondieran a la llamada de alguien cuya vida estaba en peligro real. Sin embargo, el bromista no cree que deba ninguna disculpa.

«No me importa, ¿qué pasa con las personas que beben y conducen? ¿Y las personas que comienzan peleas en la calle por la noche? ¿No está perdiendo el tiempo de la policía también? Y, de hecho, no estaban perdiendo el tiempo, me salvaron la vida «, dijo.

A pesar de criticar a sus críticos, Jay expresó gratitud a las personas que lo rescataron.

«Aprecio todos los esfuerzos que hicieron para liberarme de esa cosa, no saben cuán agradecido estoy. Estaba tan asustado, me consolaron, me hicieron sentir mucho menos estresado. Ustedes son geniales en su trabajo, y también lo fueron los paramédicos. Los aprecio mucho chicos», agradeció el joven bromista.

Todo terminó bien para Jay, quien no tendrá que cubrir el costo de su rescate. La hora que pasaron extrayendo su cabeza del microondas costó 650 libras (USD 870), pero los bomberos no le enviarán la factura «porque su vida estaba en riesgo».

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