jueves 25 de abril de 2024
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«Iron Man ruso» combate cobradores de deudas con exoesqueleto de titanio

Anton Maltsev, un ex miembro de las Fuerzas Especiales de Rusia y veterano de la guerra de Kossovo, fue indultado recientemente por convertir su departamento de Moscú en un verdadero fuerte armado lleno de trampas, armas de fuego, e incluso un exoesqueleto de titanio que utilizó para luchar contra los cobradores de deudas.

La inusual historia de Maltsev apareció en los titulares en 2016, cuando llamaron a expertos en desactivación de bombas para romper la puerta de su apartamento, después de que los cobradores de deudas fallaran, y activaran una trampa de spray de pimienta en su intento. Dentro del departamento, los expertos encontraron trampas, puertas blindadas, un AK47, varias armas de fuego semiautomáticas, numerosas pistolas, una granada y ocho kilos de explosivos. Pero el descubrimiento más sorprendente fue un exoesqueleto casero hecho de placas de titanio, aluminio, y con un casco y chaleco antibalas. Fue este artilugio lo que le valió el apodo de «Iron Man ruso».

Más tarde se reveló que Maltsev había convertido su departamento en un fuerte para luchar contra los cobradores de deudas. El veterano de guerra de Chechenia y Kosovo había obtenido un préstamo hipotecario de Rosbank, pero en un momento se volvió incapaz de hacer sus pagos mensuales. Fue entonces cuando los cobradores comenzaron a hacerle visitas. Al principio, el ex soldado solo tuvo que lidiar con amenazas verbales, pero no duró mucho. Los recolectores comenzaron a emboscar a Maltsev cerca de su casa, vertiendo pegamento en el ojo de la cerradura de la puerta de su casa, incluso rompiendo su buzón, en un intento de asustarlo para que hiciera los pagos de su préstamo.

En un momento dado, el acoso se puso tan difícil que Anton Maltsev comenzó a temer por la seguridad de su familia, por lo que mudó a su esposa a un apartamento alquilado, y comenzó a armarse. Con el paso del tiempo, convirtió su apartamento en una armería fortificada, completa con puertas reforzadas y trampas activadas por alambres.

«Un día mi paciencia se acabó: los cobradores pasaron de las palabras a los hechos y rompieron mi buzón», dijo Maltsev poco después de su arresto. «Oculté a mi esposa en un apartamento alquilado en Moscú, y comencé a armarme, por las dudas. Todavía quería vivir».

Incapaz de hacer frente al acoso constante de los recaudadores, la esposa de Maltsev finalmente lo dejó. Su deuda con Rosbank llegó a USD 118,000 y el banco decidió desalojar al ex soldado y vender su departamento para cubrir sus pérdidas. Sin embargo, para expulsarlo, primero tenían que acceder a la casa, lo que no pudieron hacer, a pesar de usar mazos de alta resistencia. Anton había reemplazado su antigua puerta con la de un refugio antiaéreo, por lo que los golpes no iban a hacer efecto. Fue entonces cuando llamaron a los expertos militares.

Después de sortear sus trampas y descubrir el arsenal de Maltsev, los expertos notificaron a la policía local, a quien Maltsev arrestó poco después.

El ex soldado de las Fuerzas Especiales fue acusado de tráfico de armas, pero un juez lo indultó recientemente, luego de que una evaluación exhaustiva de un equipo de psicólogos y psiquiatras concluyera que había sufrido un trastorno paranoico causado por el acoso de los cobradores de deudas. Todavía está bajo tratamiento por la condición.

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