sábado 20 de abril de 2024
Cursos de periodismo

«Radiografía de la corrupción PRO», de Julián Maradeo y Ignacio Damiani

Para posicionarse a nivel nacional, el macrismo se presentó como lo “nuevo” y apeló al discurso de la transparencia. Radiografía de la corrupción PRO desnuda con datos y testimonios la verdadera identidad del oficialismo actual, expone con hechos las fisuras de su relato y la fractura que existe entre el discurso de Mauricio Macri y la realidad. 

A continuación un fragmento, a modo de adelanto:

Don Niembro

16 de marzo de 2010. Transcurre el programa televisivo Vértigo, que se emitía por Telefe. El protagonista es Mauricio Macri. Premeditadamente, el conductor Matías Martin se lanza sobre la agenda del jefe de Gobierno, quien firma unos papeles en su despacho. Cuando el conductor comienza a leer los documentos en voz alta, a Macri se le dibuja en el rostro una sonrisa incómoda:

Matías Martin: ¿Te ves con Niembro?
Mauricio Macri: Niembro viene a visitarme.
Matías Martin: Te viene a visitar Niembro, ¿reunión privada o con cámaras?
Mauricio Macri: Reunión privada.
Matías Martin: Pero se reúnen mucho con Niembro.
Mauricio Macri: Mmmmm, una vez por mes.
Martín Martin: ¿Un empleado, un amigo, un socio?
Mauricio Macri: No, empleado, no. Un amigo. Cree en la causa.

La trayectoria de Fernando Niembro al frente de diversos programas deportivos se repartió entre Radio Del Plata, radio La Red, Canal 7 y Fox Sports, entre otros medios. Hijo del reconocido dirigente sindical de la Unión Obrera Metalúrgica, Paulino Niembro, según un ex compañero de trabajo, el hecho de ser portador de un apellido de peso le allanó su desembarco en el diario La Nación en la década del ’70. Luego, haría carrera propia. Y no solo deportiva. Su rol en el entretenimiento no le impidió tener una relación con el poder político. El 23 de enero de 1990, el Decreto Nº 26.813 publicado en el Boletín Oficial lo designó secretario de Prensa y Difusión bajo la presidencia de Carlos Saúl Menem. A pesar de que duró apenas un poco más de un año, a Niembro la historia lo recuerda como el vocero de los indultos a los militares condenados por delitos de lesa humanidad, cometidos durante la última dictadura cívico-militar.

Su gestión pública durante el menemismo no pasó inadvertida. Ya en la década del ’90 el periodista devenido en funcionario quedó envuelto en una serie de irregularidades en el manejo de la publicidad oficial. Una de ellas involucraba directamente a Niembro. Concretamente, se lo acusaba de desviar fondos de la pauta oficial a una empresa privada de la que fue dueño. El entonces diputado nacional de la UCR, Ricardo Felgueras, denunció estos procedimientos, que pusieron el tema en la agenda del Congreso en aquel momento. Felgueras aseguraba que habían aparecido en ATC (Televisión Pública) órdenes de publicidad de YPF, del Ministerio de Salud y Acción Social, por una campaña contra el cólera, y de la Secretaría de Planificación-Indec por el Censo 1991, que fueron giradas por una agencia de publicidad vinculada a Niembro, cuando por la legislación vigente entonces eso sólo podía hacerse a través de la agencia de publicidad oficial y de noticias Télam. La agencia privada en cuestión estaba registrada bajo el Nº 3655 por la entonces Comisión Federal de Radiodifusión (Comfer) y tenía sede en la calle Malabia 465, en la capital. Niembro había gurado como uno de sus titulares ante el organismo estatal hasta meses antes de su asunción en el menemismo. El otro integrante de la agencia era Lázaro Jaime Zilverman, más conocido como Marcelo Araujo. Felgueras también acusó al interventor del Comfer, León Guinzburg, dado que «por acción u omisión ha permitido la violación flagrante de la actual Ley de Radiodifusión».

El diputado presentó la denuncia por «violación de los deberes de funcionario público, defraudación en perjuicio del Estado nacional e infracción a la Ley Penal Tributaria». La causa quedó radicada en el Juzgado Federal Nº 5, a cargo de Martín Irurzun192, pero no tuvo movimiento alguno. La misma suerte corrió el pedido de informes al Poder Ejecutivo, ya que la mayoría que mantenía el menemismo en el Congreso trabó su tratamiento. Acosado por las denuncias, el 25 de abril de 1991 Niembro presentó su renuncia. Por supuesto, rechazó las acusaciones y negó los hechos denunciados.

 

Fútbol, dinero y política
«A Niembro y a Macri los unió el menemismo, los negocios y luego Boca», aseguró un periodista que compartió varios años de trabajo junto al comentarista. El cronista, que prefirió el o­, explicó que en los ’90 Niembro se referenciaba con Eduardo Menem y Eduardo Bauzá, y que luego de su salida como secretario de Medios la persona que «lo contuvo» fue un viejo amigo de Macri, el empresario Armando Pérez, en ese momento dueño de la emisora de Radio Del Plata y de la empresa de cosméticos Tsu. «Niembro comienza a relacionarse desde esa época con el entorno de Macri. Comparte horas en la emisora con el periodista Santo Biasatti, socio de Pérez y fanático de Boca. Fernando fue el primero que levantó la bandera de Mauricio Macri como dirigente político. La relación de amistad viene desde principios de los ’90», precisó su ex compañero.

Estas apreciaciones quedan plasmadas en los hechos cuando se analiza el estrecho vínculo que trabaron Niembro y Macri en los inicios de la primera presidencia del ingeniero en Boca. Macri ayudó a financiar la Fundación Social para el Bienestar de la Gente, que fundó en 1996 la ex mujer de Niembro, Mirta Regina Brizuela. La sede se ubicó primero en las calles Aristóbulo del Valle y Hernandarias, del barrio de La Boca, para luego instalarse en la calle Belgrano 407. Inicialmente, Brizuela alquiló el lugar y, al poco tiempo, lo compró. Aún continúa como presidenta de la fundación, mientras que su hija Mariana es la secretaria.

La actual gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, colaboró en reiteradas oportunidades con Brizuela promoviendo acciones sociales desde una comisión creada en Boca en 1999, que se nanciaba, según el periodista Gustavo Veiga, «con 200.000 pesos/dólares anuales. Desde ahí también se puede entender su encendida defensa de Niembro y cuál fue su primer cargo ejecutivo en la política: ministra de Desarrollo Social»193. En la página web de la fundación figuran como auspiciantes entidades de diversa índole y distintas empresas. Entre ellas, la Asociación del Fútbol Argentino, el gobierno de la ciudad de Buenos Aires, el Club Atlético Boca Juniors, la empresa Edenor, el Banco Galicia, la empresa Nike, Repsol-YPF (que ya no existe) y Transportes José Beraldi S.A., entre otros.

El apoyo de Macri tenía su contraprestación. Sin transparentarlo ante el televidente o el oyente radial, en las sucesivas entrevistas que Niembro le realizaba, mostraba su lado más concesivo con el ingeniero. Por todo esto no sorprendió que ante una pregunta de Mauro Viale a Macri acerca de quién era el periodista que más le gustaba, su respuesta fue: «El mejor entrevistador es Fernando Niembro».

 

La Usina
Hubo un punto de quiebre en la carrera política de Niembro. Fue en 2015, un año electoral. Ante la escasa cantidad de guras rutilantes del PRO a nivel nacional, el periodista aparecía como un buen candidato: se erigía como un comunicador potente y, a la vez, con capacidad de llegada a los medios. Poco a poco, comenzó a rumorearse que tendría un rol central en la provincia de Buenos Aires, fundamentalmente, en el Conurbano. En el diario de campaña Cambiamos, Hernán Iglesias Illa describió cómo el PRO se extasiaba con sus fulgurantes apariciones mediáticas, como cuando le asestó un «memorable sopapo retórico» a Diego Brancatelli, en Intratables, al recordarle «su labor como cronista deportivo, y le dijo que es conocido por contar córners». Antes del cierre de listas, en una entrevista a medida con Alejandro Fantino, se despachó asegurando que «la Argentina necesita alguien que tenga las cualidades políticas que tiene Mauricio, y además la capacidad de ejecución que tiene Mauricio. Mauricio ha demostrado en la capital federal, que es donde le tocó gobernar, que es un brillante gestor (…)». A pesar de no corresponderse con el biotipo de PRO puro, el macrismo le reservó el primer lugar en la lista de candidatos a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires. Una rareza: aunque fue confirmado el 21 de junio, Niembro recién renunció a su lugar en Fox Sports en la semana previa a las elecciones primarias, realizadas el 9 de agosto. El escrutinio final fue soberbio para Cambiemos, tanto a nivel ejecutivo como legislativo. Con María Eugenia Vidal a la cabeza, dieron la sorpresa en las PASO, dejando estupefacto a Aníbal Fernández, vencedor de la interna abierta del FpV. La performance de Cambiemos en Buenos Aires empujó decididamente a la presidencia a Macri.

La alegría de Niembro duró poco más de un mes. En septiembre todo se ensombreció para el periodista deportivo. Una investigación del periodista de Tiempo Argentino Nicolás Eisler mostró que la empresa «Usina Producciones», con dirección en la avenida Cramer 1635, en Belgrano, tenía como principal cliente al gobierno de la ciudad de Buenos Aires. La firma había sido creada por dos candidatos a diputados por la provincia de Buenos Aires del PRO: Niembro y Alberto Atilio Meza. Lo que complicó aún más las cosas fue que, entre 2012 y 2015, había recibido más de 21 millones de pesos en contrataciones directas.

La Usina Producciones se había convertido en proveedora del Estado porteño. Prestaba diversos servicios: desde la distribución de volantes en la vía pública hasta la realización de encuestas de satisfacción. En una práctica habitual del macrismo, los más de 170 contratos habían sido ocultados y no figuraban en el Boletín Oficial. Tampoco había registros de las remuneraciones por más de 800.000 pesos que había recibido uno de los hijos del comentarista de fútbol o los más de 7,6 millones de pesos cobrados por Meza.

Niembro fundó La Usina el 12 de mayo de 2012. Según el Boletín O‑cial de la nación, la empresa tiene por objeto social explotar el «negocio de producción de actividades periodísticas y/o publicitarias por medio de la prensa escrita, oral, radio, televisión, carteleras, impresos, películas cinematográficas, Internet o a través de cualquier otro medio creado o a crearse». Desde su surgimiento, la rma ofreció servicios al gobierno de la ciudad de Buenos Aires por un total de 23.788.667,48 pesos. Los 192 convenios entre la productora y el gobierno se hicieron por contratación directa o a través del Decreto Nº 556/10, que permite hacer frente a erogaciones de imprescindible necesidad. «Este decreto permite gastos hasta un monto de 150.000 pesos para cuestiones de necesidad y urgencia, pero ninguna de estas contrataciones alberga esa forma», precisó uno de los abogados denunciantes, Antonio Liurgo195. Este tipo de accionar, por el que las contrataciones entre el Ejecutivo porteño y La Usina Producciones no figuraban en el Boletín Oficial, desconoce la Ley 2.095, de Compras y Contrataciones.

El 12 de mayo de 2014, Niembro se desvinculó de la empresa. Vendió su parte accionaria a Aldana Meza, hija de su socio, en 20.000 pesos, un monto que equivale al 0,15% de la facturación de la empresa al gobierno porteño. La maniobra, según el informe de la Procelac, podría constituir una venta simulada y estaría dirigida a «blanquear» dineros públicos obtenidos irregularmente. La compradora del paquete accionario era una de las militantes más activas de la juventud sciolista en la campaña de 2015. Aldana, de 33 años, mostraba su entusiasmo «naranja» influenciada probablemente por su padre, que era parte del gobierno de Daniel Scioli, ya que se desempeñaba como asesor en el equipo de gabinete del superintendente general de la Policía Bonaerense, Hugo Matzkin. Su contratación fue responsabilidad del ministro de Seguridad, Alejandro Granados, quien rmó su decreto de designación junto con el ex gobernador el 29 de abril de 2014. Meza, tiempo antes, había sido jefe de prensa del ex ministro de Justicia, Ricardo Casal. Según el periodista Horacio Verbitsky, «funcionarios ministeriales recuerdan que Meza usaba al chofer para enviar sobres a radios y canales de televisión y dicen que le temían porque andaba siempre armado y no competía por los premios al mejor compañero o a la simpatía. Para ellos, sus simpatías por el PRO no eran un secreto, por el contrario, las manifestaba en sus conversaciones diarias».

En la AFIP, la principal actividad registrada de Meza es la de brindar «servicios de asesoramiento, dirección y gestión empresarial realizados por integrantes de los órganos de administración y/o fiscalización en sociedades anónimas, servicios de agencias de noticias y servicios de información, que incluye el suministro de material informativo y periodístico a medios de difusión». Una semana después de que salieran a la luz las maniobras, el miércoles 9 de septiembre, Meza renunció como candidato a diputado nacional por el PRO bonaerense. No faltaba mucho para que su ex socio hiciese lo mismo.

 

Recursos por decreto
«Desde el principio no hubo voluntad de la justicia de esclarecer el caso», denunció Liurgo. El abogado presentó documentación en la que demostraba que la compradora no aparecía inscripta como empleadora en la AFIP. Luego de que el periodista deportivo se desvinculara formalmente de la empresa, la rma siguió facturándole al gobierno porteño. En 2014, sumó contratos por 7.557.830,38 pesos y, en 2015, alcanzó los 2.495.454. La presentación de Liurgo recayó en el Juzgado de Instrucción de Roberto Ponce. La investigación debía moverla Carlos Velarde, a cargo de la Fiscalía de Instrucción Nº 43.

El origen de los fondos que eran asignados a La Usina provenía en su mayoría de la Secretaría de Comunicación Social porteña, a cargo de Pablo Gaytán desde diciembre de 2011. En esa dependencia argumentaron que la mayoría de los contratos directos habían sido otorgados con los fines de «servicios de publicidad», «publicidad institucional hospitalaria » y «educación, vivienda o dirección ejecutiva», entre otros. De las concesiones del gobierno de la ciudad a La Usina se desprendió la asignación de «Contrato de la basura» por 2,4 millones de pesos, «Servicio de encuesta – DG limpieza», «Servicio de encuesta – DG reciclado», «Servicios de Auditoría de Ambiente y Espacio Público». Además, se precisó la repartición de fondos por un monto de medio millón de pesos para la empresa de Niembro gracias a su servicio de «distribución de folletería», encargada por la Subsecretaría de Transporte, a cargo de Guillermo Dietrich. A su vez, la rma habría recibido dinero del Ministerio de Desarrollo Social, de la cartera de Salud y de la Jefatura de Gabinete. Desde 2014, se habrían sumado como contratantes otros organismos públicos del gobierno porteño como, por ejemplo, la Agencia de Turismo, el Ministerio de Modernización y el de Ambiente y Espacio Público.

Las inquietudes e irregularidades fueron planteadas por la jefa del bloque del FpV en la Legislatura, Gabriela Alegre, quien presentó un pedido de informes que la plana mayor de legisladores PRO bloqueó y no tuvo tratamiento sobre tablas. En el informe se detalló que «el gobierno de Macri repite la asignación de recursos del Estado a empresas de un modo sistemático por medio del Decreto Nº 556, que permite eludir los llamados a concurso y licitaciones, y que para nosotros debe transparentarse».

 

Las inconsistencias
Una vez creada, a La Usina le adjudicaron inmediatamente los primeros contratos por parte de la ciudad. La empresa de los candidatos del PRO no tenía empleados a cargo ni poseía página web y sus dos únicos clientes durante sus tres años de existencia habían sido el gobierno y el Banco Ciudad.

La empresa, además, mantenía una deuda tributaria por ingresos brutos ante la Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires (ARBA), por un monto de 20.140,90 pesos, lo que equivale a la facturación diaria de La Usina a la ciudad de Buenos Aires por sus contrataciones. Según indica el artículo 96, inciso h, de la Ley 2.095, La Usina debió haber sido inhabilitada por el gobierno para recibir contrataciones por parte del sector público. El artículo es claro: «no pueden presentarse en los procedimientos de selección del sector público de la CABA: (…) Los evasores y deudores morosos tributarios (…) declarados por la autoridad competente».

La Usina tampoco estaba inscripta en el Registro Público de Agencias de Publicidad y Productoras Publicitarias, un requisito obligatorio para poder operar en ese mercado, según una denuncia de la Afsca. De acuerdo con la ley sancionada en 2009, tanto las agencias de publicidad como las empresas que intermedien en la comercialización de publicidad deben estar inscriptas en este registro. A partir de los informes periodísticos, se realizó una denuncia que fue presentada por quien entonces era el titular de la Procelac, Carlos Gonella. El documento registró 164 contrataciones adjudicadas por el gobierno de la ciudad a favor de La Usina Producciones, por un monto total de 19.473.878,30 pesos, que nunca fueron otorgadas a través del mecanismo de licitación pública. Además, el informe consideraba que Fernando Niembro y Alberto Meza podrían haber incurrido en el delito de lavado de activos, por lo que solicitaron que la causa fuera remitida al Juzgado Nacional en lo Criminal de Instrucción Nº 23 de la justicia federal.

«Para perfeccionar esta operatoria —apuntaron los denunciantes—, se habrían invocado forzosamente razones de “urgencia”, dejando así habilitados los mecanismos previstos para la contratación directa». La realización de encuestas o el reparto de folletería «no pareciera» estar encuadrado en ese régimen excepcional, que se «transformó en una suerte de regla inalterable». En la causa fueron imputados por Ramiro González, titular de la Fiscalía Criminal y Correccional Federal Nº 7, el jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta; las ministras de Desarrollo Social y Salud, Carolina Stanley y Gabriela Mabel Reybaud; y el secretario de Comunicación Social, Facundo Gaytán, por incumplimiento de los deberes de funcionario público, negociaciones incompatibles con el ejercicio de la administración pública y administración inel. González imputó además a Niembro y Meza por lavado de activos de origen ilícito por una suma que gira en torno a los 20 millones de pesos. La causa cayó en el Juzgado Federal Nº 7, a cargo de Sebastián Casanello, bajo los autos «Rodríguez Larreta y otros s/abuso de autoridad y violación de deberes de funcionario público».

Meza y Niembro son investigados, además, por la incorporación a su patrimonio de autos de alta gama. Durante el proceso de licitaciones directas, Niembro adquirió un automóvil Mercedes Benz modelo A12-C250 (dominio MZM 729) y Meza, dos Audi modelo Q5 (dominios LJT733 y PDR095). Los movimientos de las compras, así como el registro de inicio de actividades de La Usina, guardan una precisa sincronía con el momento en que comenzaron a adjudicarse los primeros contratos con el gobierno de la ciudad. Por tales motivos, la Unidad de Información Financiera informó sobre la existencia de diversos reportes de operaciones sospechosas (ROS). Entre 2012 y 2015, según la información que proveyó el Banco Ciudad, Meza recibió 12 transferencias por un monto de 1.990.230 pesos, provenientes de cuentas del gobierno.

La misma entidad bancaria envió el ROS y le exigió a Meza que presentara la documentación de respaldo del ingreso en su cuenta. Ante la falta de respuesta, le envió una carta documento. Finalmente, el Banco Ciudad reportó además que La Usina obtuvo un nuevo ingreso de 2.437.139 pesos correspondiente a un depósito en efectivo y 48 transferencias, a través de la empresa Datanet, que valió otro ROS197.

 

La defensa
«Mi prioridad es que los dineros del Estado vayan para la gente que tiene hambre». «Todos los procedimientos han sido legales, nosotros nos advinimos a lo que la ciudad marcaba para una licitación». «Vengo de la actividad privada, no vengo de la actividad pública, yo no soy como muchos de estos funcionarios que viven desde hace veinticinco años de los dineros públicos».
Fernando Niembro

Cuando el caso tomó vuelo mediático, las autoridades del gobierno de la ciudad guardaron silencio y Niembro salió a defenderse. Su candidatura languidecía. Las explicaciones que dio fueron contradictorias e imprecisas. En su primer descargo manifestó que todos los contratos habían sido obtenidos por licitación, luego se desdijo y señaló que habían sido mediante concurso de precios. Al poco tiempo, expresó que se había desvinculado de la empresa hacía más de un año, afirmación que se probó falsa cuando se estableció la fecha real de su salida. Para el PRO, en palabras de Iglesias Illa, la campaña se propagó «por la poca popularidad de Niembro entre los periodistas porteños, la oja defensa del propio Niembro cuando salió a dar su versión de los hechos y, en mi opinión, nuestra extraña reacción, que no fue ni de apoyo granítico ni de indiferencia venenosa»199. Para Durán Barba, el acusado no tenía «piel de elefante» para enfrentar los cargos que se le atribuían. Hasta ese momento, en la versión de la mano derecha de Marcos Peña, el candidato jugaba a ser el «megáfono crítico de la gestión peronista en el Conurbano. (…) las cosas que María Eugenia, por personalidad y estrategia, no podía decir, las decía Niembro». Aunque en el libro la falta de detalles abunda, el autor de Cambiamos añadió que, entre otras cosas, la función de Niembro, que ocialmente no guraba en ningún lado, era la de mediar con los canales como Fox Sports para obtener mejores precios de los derechos televisivos durante la transmisión del Mundial de Fútbol 2014, que se realizó en Brasil. Algo no cerraba, puesto que, tal como dijo el periodista deportivo cuando se realizó el evento futbolístico más importante del mundo —entre junio y julio de 2014—, él ya se había desvinculado de La Usina.

Si bien Niembro había cedido su participación en la rma en los primeros días de marzo de 2014, los trámites culminaron un año después. La diferencia en las fechas surge porque La Usina presentó los papeles en la Inspección General de Justicia (IGJ), el organismo que controla la inscripción legal de las sociedades comerciales en la Argentina, siete meses después de rmada la cesión. La empresa habría demorado casi seis meses en responder las observaciones a la desvinculación cursadas por la IGJ, por lo cual Niembro dejó de ser legalmente socio de La Usina Producciones el 11 de marzo de 2015. Para ese entonces, la compañía se había alzado con más de 17 millones de pesos en contratos con el gobierno conducido por Mauricio Macri.

 

Hacer escuela
Luego del caso de La Usina, salió a la luz que la Escuela Superior de Ciencias Deportivas (ESED), creada por Niembro y el periodista Marcelo Araujo, que cerró sus puertas en diciembre de 2013, también había recibido contribuciones del gobierno de la ciudad. En este caso, los montos ascendieron a 3.622.840 pesos. La vieja sociedad denunciada durante el menemismo había seguido haciendo de las suyas. En esta oportunidad, el asesoramiento de la ESED de Niembro y Zilberman estuvo vinculado a prestar capacitaciones y cursos de inglés a la Policía Metropolitana. La remuneración que recibió la escuela a cambio de sus supuestos servicios rondó los 470.000 pesos.

La sistematización del «método Niembro» es un «modo de hacer escuela». Según una investigación de la comunera kirchnerista Julieta Costa Díaz200, «durante 2014, el 69% de las contrataciones que hizo el gobierno de Mauricio Macri fueron sin licitación pública. Macri elevó el tope de las contrataciones directas hasta que llegó a ser el más alto del país». Y agregó: «Entre 2013 y 2014, el gobierno porteño aumentó un 23% las compras directas, como las que usó con la empresa de Niembro. El aumento de las contrataciones directas no es azaroso ni casual. Los mismos que se muestran como republicanos, planican de la manera más prolija posible cómo contratar sin control de la Legislatura. Lo de Niembro puso en evidencia una forma de actuar del gobierno de la ciudad que venimos denunciando hace años».

Cada vez que se identificaron casos similares, saltó a la vista la misma modalidad. Por eso no llamó la atención que las dos ONG creadas por el ahora diputado nacional macrista Eduardo Amadeo —la Asociación Civil Observatorio Social, constituida en 1999, y la Asociación Civil Argentina de Políticas Sociales, en 2001— hayan recibido del gobierno de la ciudad 4 millones de pesos a través de idénticos procedimientos. De los 44 convenios y subsidios percibidos entre 2008 y 2015 solamente 4 guraron en el Boletín Oficial.

 

Caminando por la cornisa
Los antecedentes no cooperan con la idea de transparencia que Mauricio Macri pregonó desde su llegada a la presidencia. En simultáneo con el caso Niembro, se conoció que el gobierno de la ciudad beneció con 324 contratos, de los cuales 46 fueron efectivizados mediante el Decreto Nº 556/10 de forma directa, a la productora La Cornisa, del periodista Luis Majul. Las similitudes se repiten: la empresa de Majul fue contratada para hacer tareas que no guran como parte de sus actividades.

El periodista recibió del gobierno de la ciudad la suma de 13.877.524 pesos en concepto de publicidad a través de contrataciones directas. Ocurrió entre 2008 y 2015, cuando Macri estuvo a cargo del Ejecutivo porteño. La Cornisa, además, fue contratada en aquel momento por la Subsecretaría de Transporte, que conducía Dietrich, para repartir volantes, por montos que varían según cada factura y que completan un total de 932.000 pesos. Según consta en la página web de La Cornisa, ni la organización de eventos ni el reparto de volantes en la vía pública guran como parte de sus actividades.

Además de compartir profesión y métodos de facturación, Niembro y Majul coincidieron en aceptar fondos de la gestión macrista para realizar tareas para las cuales sus empresas no fueron creadas. Por el hecho, el diputado kirchnerista Rodolfo Tailhade presentó una denuncia penal contra el titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos, Hernán Lombardi, por delitos de defraudación contra la administración pública. Según el denunciante, durante 2008 y 2014, Majul obtuvo «más de 300 contrataciones por casi 14 millones de pesos, algunas de ellas de manera directa sin licitación, por parte del gobierno de la ciudad, para la realización de eventos y servicios de distribución de folleterías».

Para Tailhade, los hechos descritos exponen la conformación de un sistema, ya que «estaríamos en presencia de un empresario que, escondido bajo la fachada del periodismo, se dedica a ejecutar negociados con una fuerza política, concretamente el PRO, en perjuicio del patrimonio estatal y, obviamente, de todos los ciudadanos»201. Hernán Lombardi, además, fue denunciado en noviembre de 2016 por haber contratado a la productora de Luis Majul para que realice un video sobre la historia del periodismo. Por el servicio pagó 960.000 pesos. El material duró 4 minutos, es decir que se abonó 240.000 pesos por cada 60 segundos. El mismo esquema se repitió en la provincia de Santa Fe, donde el diputado Héctor Acuña (PJ) hizo un pedido de informes al gobierno de esa provincia sobre un decreto mediante el cual se le otorgó un subsidio no reintegrable de 300.000 pesos a La Cornisa Producciones S.A. para montar una muestra en la ciudad de Rosario. Acuña cuestionó el Decreto Nº 0816/15, rmado el 30 de marzo por el gobernador Antonio Bonfatti, que le otorgó a La Cornisa esa suma de dinero para «solventar los gastos originados en la producción y realización de la muestra 40 años de periodismo, de De Walsh a Lanata». El legislador interrogó al Ejecutivo sobre «cuáles son las razones y/o motivos de la oportunidad del gasto público a una empresa privada».

 

La renuncia
El 16 de septiembre de 2015, quince días después de que el caso Niembro se conociese públicamente, el reconocido periodista presentó su renuncia a la candidatura. Se apoyó en el método que Durán Barba deende en sus libros y columnas y emitió la siguiente carta:
Soy víctima de un ataque injusto e inmerecido. No tiene sentido ocultarles que estoy angustiado, que me llena de dolor lo que está pasando. Conocemos estas formas de actuar, propias de una política que miente y ensucia al que piensa distinto.
Tengo una gran tranquilidad sobre mi accionar. Todo lo que he hecho ha sido transparente y acorde a la ley. No tengo duda de que eso quedará aclarado ante la sociedad y la justicia con el tiempo. Quiero comunicarles que renuncio a mi candidatura a diputado nacional. Tomé esta decisión porque no quiero que me sigan utilizando para perjudicar al proyecto político al que pertenezco. Estoy convencido de que la Argentina va a cambiar. El miedo no va a triunfar. Ni la resignación, ni la desesperanza. Estamos empezando una nueva era. Tengamos fe.

La renuncia de Niembro calmó las aguas en la etapa nal de la campaña de 2015. El periodista bajó su perl y decidió no afectar a su espacio político. Como premio consuelo, su hijastra Natalia Persini ingresó en las listas para disputar una banca como legisladora porteña. Luego de las elecciones, la primogénita de su pareja accedió a un escaño, tras ser comunera de Recoleta. El 6 de abril de 2016, el apellido Niembro volvió a ser noticia. Su hijo Diego Fernando apareció en una sociedad oshore radicada en Bocas Del Toro, en la República de Panamá. Figuraba como presidente en el directorio en la empresa ree Lions.

El 26 de mayo de 2016, el comentarista sería uno de los antriones de la visita a Casa Rosada de Gerardo Martino, quien era en ese momento director técnico de la selección argentina de fútbol. La foto ocial lo ocultó. Pero Niembro se ocuparía de propiciar las reuniones entre su viejo amigo Armando Pérez, en ese momento presidente de la Comisión Normalizadora de la AFA, y el presidente de la Nación. De a poco, la intensidad de Niembro en los medios de comunicación volvió a subir. El 21 de julio, participó en Olivos de los festejos del Día del Amigo que organizó el presidente Mauricio Macri. El diario Clarín publicó que la presencia de Niembro en el evento atrajo las preguntas de los interesados en el rubro futbolístico, que querían saber quién sería el próximo DT de la selección203. Trece meses después de su renuncia como candidato a diputado, el 14 de octubre de 2016, Fernando Niembro volvió a conducir la «Última palabra», su ciclo unipersonal de entrevistas en la cadena Fox Sports.

El pensamiento de Niembro sobre los derechos de televisación del fútbol quedó de maniesto en el 2000, cuando el ex dueño de la Usina declaró en una entrevista que «los que quieren ver el fútbol gratis que se vayan a Cuba, que vivan en Cuba. La Selección es la representante de la Federación de fútbol de un país, o ¿te creés que la Selección te representa a vos? Si te la creíste, te lo hicieron creer mal. La Selección es representante de un gran sentimiento que hay en la Argentina, pero no es de los argentinos. El fútbol es un deporte profesional, que hay que pagar. Me tienen que pagar a mí y a mucha gente más. Esto de acostumbrarse a que todo sea gratis era de otro tiempo». Su declaración de hace casi dos décadas tenía plena vigencia. El 24 de febrero de 2017, el programa Fútbol para Todos, por el que la ciudadanía podía ver los partidos por la pantalla pública sin abonar un cargo extra de dinero, fue rescindido por decisión de Macri. La televisación del fútbol argentino quedó en manos de la empresa norteamericana Turner-Fox, perteneciente a AT&T, dueña de DirecTV, y de Torneos, que volvió a cobrar la transmisión de los encuentros.

 

El regreso
El 12 de junio de 2017 marcó el retorno de Niembro al éter, en este caso de Radio Belgrano. «Fue un momento difícil», admitió con tono calmo, pero cargado, frente al micrófono. «¿Cincuenta años laburando y de repente alguien me dice que soy un chorro? Yo te voy a demostrar que no, y lo voy a hacer sometiéndome a la justicia, abandonando los fueros. Yo ya era diputado. Y no me sometí a ello. Quería que la Justicia demostrara que no tenía nada que ver», dijo. Luego, contó que se encontró «con la calle y ahí tuve el veredicto: de 100 personas, 2 me insultaron y 98 me dijeron que creían en mí». Finalmente, conrmó que el PRO recuperaba una voz multimediática. Y le agradeció a «Ignacio Galarza, que siempre creyó en mí», «a los directores de Radio Belgrano, que me llamaron» y a Carlos Abdo. Como si la casualidad fuese un arte, ese mismo día se conoció el fallo por el cual el juez Ponce lo absolvía, arguyendo que, «de las evidencias objetivas colectadas, no puede deducirse válidamente la voluntad de algún funcionario público de perjudicar al erario público, o de haber omitido abusivamente la aplicación de alguna disposición normativa, dejando expresamente asentado que arribo a tal conclusión porque la Fiscalía no ha logrado delinear un accionar delictivo en tal sentido». Misma suerte corrieron Macri y Meza. Ponce aseveró que el presunto delito denunciado no se vericó, «y ello es así porque de los numerosos testimonios y diligencias probatorias llevadas a cabo, no surge apartamiento alguno de la reglamentación prevista para esa materia, ni de los carriles administrativos establecidos ni pago de sobreprecios». En cambio, la causa por lavado de activos contra La Usina, que está en el juzgado de Sebastián Casanello, se mantenía abierta.

Cuando el periodista comenzaba a recuperar el terreno perdido, a nes de septiembre de 2017, volvió a sufrir un revés judicial. La Cámara Nacional en lo Criminal, compuesta por Alberto Seijas, Carlos Alberto González y Ricardo Pinto, estableció que debía revocarse el sobreseimiento porque «las pruebas producidas hasta el momento impiden descartar que haya existido un fraude en perjuicio del patrimonio de la administración pública o bien otros delitos». Los camaristas dejaron expuesto al juez Ponce, al afirmar que «no resulta razonable sustentar que exista plena correspondencia entre las contrataciones que La Usina Producciones S.R.L. llevó a cabo con el ente gubernamental y los pagos que dicho organismo le realizó».

Al cierre de este libro, Fernando Niembro seguía siendo investigado.

Radiografía de la corrupción PRO
Esta investigación no sólo enumera y analiza cada uno de los casos de corrupción del oficialismo sino que, además, arroja luz sobre los protagonistas de la trama compuesta por funcionarios, familiares, empresarios, dirigentes políticos y sociales, espías, jueces y fiscales, entre otros actores de la política nacional y porteña.
Publicada por: Planeta
Fecha de publicación: 03/01/2018
Edición: 1a
ISBN: 978-950-49-6202-1
Disponible en: Libro de bolsillo
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