Primera parte
Solicitudes de empleo
11- La mayoría de los trabajos no se anuncian. Gran parte de los puestos se consiguen a través las redes informales de trabajo. Pasantías, pruebas de aptitud, oportunidades freelance y contratos a corto plazo, todo puede convertirse en algo más sustancial.
A veces se presentan oportunidades simplemente porque estás en el lugar adecuando en el momento adecuado, o porque dejaste una buena impresión en algún momento. Como resultado, sé siempre amable. Sé memorable. Ayudá a crear tu propia suerte.
12- No tenés que ser un 100. Pocos candidatos cumplen los criterios completos de una descripción de trabajo. Considerá la aplicación si cumplís al menos dos tercios. Siempre podés aprender el resto.
Muchas personas valoran la actitud y el potencial, tanto como las habilidades existentes. No tenés que ser un producto acabado cuando aplicás, pero tenés que demostrar que podés convertirte en él.
13- Contactar siempre al director de RRHH antes de aplicar. ¿Por qué no hay más gente haciendo esto? Sí, puede ser aterrador. Pero puede darte una pista de gran valor sobre las características que están buscando, y sobre cómo será el día a día en ese trabajo.
14- Usá esta información para dar forma a tu aplicación. Considerá las llamadas como reuniones informativas. La información interna puede ayudar a adaptar tu terreno de juego, o puede ayudarte a determinar que el puesto no es adecuado para vos, lo que ahorra horas de tu valioso tiempo. Si hacés la llamada en forma correcta, se van a acordar de vos cuando tu aplicación aterrice en su escritorio. En un mercado plagado de gente, ganar este pequeño terreno ayuda.
Entrevistas
15- Estate siempre preparado. Tratá de anticipar qué preguntas te van a hacer, y tené algunas buenas respuestas en la manga. Pero cuidado, no des respuestas robóticas o que se note que fueron preparadas de antemano. Que parezca natural. Mostrá siempre la mejor forma en que cumplís con la descripción del puesto.
16- Investigá la empresa. Y a sus entrevistadores. Es sorprendente la cantidad de posibles candidatos que no conocen el producto. Si no hiciste tu tarea (leer el diario, escuchar la radio, ver la página web, seguirlos en las redes sociales, etc.), entonces ¿por qué deberían contratarte?
17- Si no conseguís el trabajo, aprendé de la experiencia. Pediles su opinión. Evaluá tu rendimiento y reflexioná sobre cómo hacerlo mejor la próxima vez. Fijate en LinkedIn quién se quedó con el trabajo. Es posible que el empleador estuviese buscando a alguien con diferentes habilidades y experiencia, por lo que ver quién consiguió el puesto podría darte una perspectiva diferente sobre tu rendimiento y tu idoneidad para ese puesto.
Esperar lo inesperado
18- Mantenete activo en las redes sociales. Tu perfil social será revisado. Por lo tanto, asegúrate de que tu contenido es relevante, profesional y actualizado. Si se va a utilizar Twitter en tu trabajo, entonces probablemente sea una buena idea haber utilizado la plataforma recientemente. Lo mismo se aplica para LinkedIn y Facebook.
19- Mantené tu portfolio actualizado. Nunca se sabe cuándo puede ser visto. El mantenimiento lleva tiempo, así que aprovechá para revisarlo a medida que avanzás. Acordate, no tiene que incluir todo, sólo tus mejores trabajos.
20- Esperar lo inesperado. Los roles y las oportunidades pueden llegar cuando menos lo esperás. O pueden tomar una forma diferente a lo que habías previsto. Hay oportunidades de trabajo para periodistas en muchos lugares, no sólo en las salas de redacción.
ONGs, agencias y nuevas empresas pueden ser buenos lugares de entrenamiento. Una cosa es segura, es difícil tener un plan a largo plazo, por lo que es hay que ser flexible, estar abierto a nuevas ideas y al cambio, ¡y ver adónde te lleva el destino!