Durante las celebraciones del Día del Rey en Países Bajos, la iniciativa “Home Toilet” de la cadena HEMA propuso una solución alternativa a la falta de baños públicos: abrir los baños de casas particulares para que puedan ser utilizados por los asistentes a los festejos. La medida apuntó a reducir los efectos negativos de esta escasez, que afectan especialmente a las mujeres durante eventos masivos.
El proyecto planteó una red comunitaria en la que los hogares voluntarios se registran a través de un sistema centralizado. Cada participante puede descargar un cartel identificatorio para colocar en la ventana de su domicilio. La extensión del plazo de inscripción refleja el interés que generó la propuesta, enmarcada por HEMA como una “revolución del inodoro”.

La estrategia no solo respondió a un problema de infraestructura urbana, sino que resignificó el espacio privado como bien público temporal, basado en la solidaridad vecinal. Esta transformación de lo doméstico en recurso comunitario revela un enfoque innovador para afrontar desafíos logísticos sin depender exclusivamente de recursos estatales.
La campaña también contribuyó a visibilizar la desigualdad de género en el acceso a servicios sanitarios durante eventos públicos, un tema que a menudo queda fuera de agenda. Al facilitar el acceso a baños en barrios céntricos y residenciales, la medida alivió un déficit estructural con una herramienta de participación ciudadana.
Este tipo de iniciativas podría inspirar a otros países a pensar en modelos colaborativos para eventos de gran escala. Al redefinir el uso de los espacios, no solo se optimizan recursos existentes, sino que se fortalece el tejido social de las ciudades.