jueves 15 de mayo de 2025
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«Bibliotecas» de herramientas para hacer frente a la crisis

En abril de 2025, organizaciones comunitarias en distintas ciudades de Estados Unidos impulsaron una alternativa frente al encarecimiento de los materiales producto de las nuevas tarifas impuestas por Donald Trump. Estos centros de prestamos de herramientas, que imitan el modelo de las bibliotecas, como la cooperativa PVD Things en Rhode Island, permiten que vecinos accedan a equipos para proyectos personales sin necesidad de comprarlos, fomentando la colaboración, la autosuficiencia y el aprendizaje compartido.

Estos espacios funcionan con membresías de bajo costo y un catálogo diverso que incluye desde hidrolavadoras y taladros hasta carpas y transportadores de mascotas. En Providence, PVD Things reúne más de 1.600 objetos que se prestan por una o dos semanas.

La organización también brinda talleres gratuitos en español y en inglés para aprender a usar herramientas, coser a máquina, reparar instalaciones eléctricas o fabricar muebles. En paralelo, el espacio se transforma en un lugar de encuentro con actividades abiertas y estanterías de objetos para compartir sin costo.

La lógica de estos espacios rompe con el modelo tradicional de consumo. En lugar de adquirir productos que muchas veces se usan una sola vez, las personas se prestan herramientas y se ayudan entre sí.

“Queremos que la gente se dé cuenta de su propia autosuficiencia. No hace falta ser consumidor, también se puede ser reparador”, señaló una de las voluntarias del proyecto. Al compartir recursos, se reducen los residuos, se amplía el acceso a bienes y se construyen redes de apoyo barrial.

Aunque estos proyectos dependen de subvenciones públicas para mantenerse, su estructura local y cooperativa los protege parcialmente de las decisiones políticas a nivel federal. Sin embargo, los recortes recientes a organismos como el Instituto de Servicios de Museos y Bibliotecas (IMLS), que financia programas estatales, podrían poner en riesgo su expansión.

Aun así, la experiencia demuestra que con organización y creatividad es posible construir alternativas económicas más inclusivas.

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