Las selfies se convirtieron en una gran parte de nuestras vidas, y es difícil de creer que sólo se hayan popularizado hace sólo unos pocos años. La gente se toma fotos de sí mismos prácticamente en todas partes, desde en la cima de rascacielos hasta en sus baños, e incluso hay gadgets y accesorios diseñados alrededor de las selfies. Pero las cosas han llegado a un extremo tal, que un artista ha decidido tomar una posición contra la locura de las selfies de una manera muy singular.
Stephanie Leigh Rose es la creadora de las «stefdies». Estas «anti-selfies» se tratan puntualmente de la artista haciéndose la muerta en lugares aleatorios, muchos de ellos populares atracciones turísticas. Ella cae se tira al suelo, boca abajo, y finge que está muerta por un rato, mientras que alguien toma su foto. La artista narra su inusual serie en Instagram, donde se la puede ver fingiendo su muerte en una variedad de lugares, desde el la torre Eiffel y el Museo del Louvre, en París, hasta el Golden State Bridge, en San Francisco.
«La serie provoca debate sobre la mortalidad, la función de la fotografía, y despierta la imaginación. Nada es premeditado o preparado en estas fotografías, la toma es capturada en el momento en que ocurre», escribe Stephanie en su sitio web. «No utilizo iluminación o equipos especiales. Hago mi vida alrededor de mi día normal, y si aparece un momento o un lugar que encuentro que me provoca particularmente, tomo una foto STEFDIES. Esa es la belleza de esta serie, cada foto es sólo un instante en un día. Nada más y nada menos. Es el verdadero sentido de lo que creo que las fotografías deben ser: una prueba física tangible de «yo estaba aquí».”
Si bien el proyecto de stefdies puede parecer tonto, Rose es muy seria sobre ello, y ha cruzado algunos límites serios de la higiene para hacer su papel de muerta tan realista como sea posible. Contó que su boca definitivamente tocaba la orina mientras se acostaba en un retrete público en San Francisco, y que ha entrado en contacto con caca de perro más veces de las que puede recordar. Acostarse en lugares sucios también le arruinó mucha ropa, pero fue todo en el nombre del arte, así que no es gran cosa.
La artista fue expulsada una vez de la catedral de Notre Dame por hacerse la muerta, le pidieron que borre una de sus fotos en Roma, por estar demasiado cerca de un político importante, y casi es pisoteada por un grupo de personas, por posar durante un maratón. El arte requiere sacrificio, y Stephanie parece dispuesta a ponerse en posiciones seriamente incómodas, si ayuda a difundir su mensaje anti-selfie.
«En la cultura actual del selfie stick-kardashian-youtube-photoshopped-memememe, hemos olvidado lo que significa tomar (o atesorar) una fotografía. Vivimos en una cultura obsesionada con la realidad virtual. Nada es lo que realmente es, especialmente en las fotografías. Todo es una “puesta en escena». Todos somos simplemente jugadores», dice Stephanie. «Me propongo volver a tomar/mostrar una fotografía real, una persona real. No debo estar conectada a la cámara, sino ser el objeto de la cámara».
